No será una simple alianza, sino la absorción de Caja Castilla-La Mancha por Unicaja, y la entidad resultante estará bajo tutela de la Junta de Andalucía. Los Ejecutivos de las dos comunidades dan el visto bueno y el Banco de España la quiere. En paralelo, la unión con Cajasol, aunque los plazos se dilatarán.
Tanto Unicaja como la Consejería andaluza de Economía y Hacienda -que la tutela- están a la espera de que el Banco de España les comunique en qué situación exacta se encuentran las cuentas de Caja Castilla-La Mancha (CCM) y, a partir de ahí, cuáles serían las ayudas públicas que tendría la entidad malagueña para "absorber" a la conquense. Y este verbo, el de absorber, y no el de fusionarse, sería el correcto, según fuentes conocedoras de la operación consultadas por este periódico.
Un ejemplo. El Monte y San Fernando se fusionaron y dieron nacimiento a una entidad distinta, Cajasol. En cambio, y aunque salvando las distancias, el Banco Santander absorbió Banesto (posee el 88,44%), pero quedó como filial, mantuvo su marca y está integrado en el Grupo Santander. Lo que haría Unicaja sería acoger dentro de su balance -y de su cuenta de resultados- el de la CCM, con una única asamblea general y un solo consejo de administración, pero, al menos a medio plazo, no se perdería el nombre manchego, dado el apego comercial a su tierra y el mimo territorial que caracteriza a las cajas de ahorros.
En el día de ayer, los presidentes de ambas comunidades autónomas, Manuel Chaves por Andalucía y José María Barreda por Castilla-La Mancha, confirmaron la existencia de negociaciones -adelantadas por este periódico el pasado sábado- entre las cajas y contactos entre sus gobiernos -los dos son del PSOE- para abordar esta cuestión, si bien resaltaron la independencia con la que actúan las entidades.
Desde Albox (Almería), Chaves anunció que, "si efectivamente las cajas están de acuerdo", está asegurada la bendición de las dos autonomías implicadas porque, a su juicio, es una "buena iniciativa". Barreda, por su parte, en una entrevista en RNE, comentó que "es posible, e incluso puede ser probable", que la fusión se ejecute, y que no habría "problemas políticos" que la frenaran.
Cajasol. Pero, ¿qué ocurría con la gran caja que quiere concebir el Ejecutivo andaluz y que tendría a Unicaja y Cajasol como progenitores, y a cuyo vástago se agregarían otras?
Lo dijo la pasada semana y ayer lo reiteró. Considera el presidente andaluz que una operación entre cajas de distintas comunidades -el caso de Unicaja y la CCM- debe ser compatible con el avance hacia la gran caja -descartada la única, la que aglutinaría las cinco con sede social en esta región-.
El procedimiento de "fusión o absorción" que emprendan la malagueña y la conquense "no debe impedir ni puede obstaculizar" el que se dé entre las propias cajas andaluzas, "hay que hacerlo compatible y lo vamos a hacer". Palabras textuales de Chaves.
No lo cree así CCOO -sindicato mayoritario en las finanzas andaluzas-, que advierte de que esa fusión entre regiones, si al final se materializa, acarrearía consecuencias para los plazos de la integración andaluza, puesto que habrían de pasar "varios años" para consolidar aquélla.
Por lo pronto, la operación la tendrían que aprobar, por separado, los consejos de administración y las asambleas generales de Unicaja y la CCM, posteriormente los Ejecutivos andaluz y castellano-manchego y, por último, el Banco de España. Más tarde, y ya bajo la tutela única de la Junta de Andalucía -pues en esta última región se ubica la sede social de la caja absorbente- se constituiría una asamblea general conjunta -proporcional- y ésta elegiría al nuevo consejo de administración.
En estos momentos, hay mayoría del PSOE en los órganos de gobierno de ambas entidades, de ahí que no vaya a haber problema. No en vano, el vicesecretario general de los socialistas andaluces, Luis Pizarro, tras insistir en la autonomía de las cajas, comentó que si las direcciones de ambas dicen sí y hay beneficios para los ciudadanos de una y otra comunidad, el partido las apoyará. Y su homóloga en Castilla-La Mancha, Guadalupe Martín, después de recalcar que no existen influencias o injerencias políticas, apuntó al respecto que vería "con buenos ojos" cualquier decisión de la CCM.
Por el lado del PSOE, un ok. Por el de los Ejecutivos regionales, lo ya dicho. Por parte del Ministerio de Economía y Hacienda, su titular, Pedro Solbes, explicó ayer que no tenía constancia oficial de negociaciones, pero que compete a las entidades adoptar la decisión, siempre respetando la legalidad -la legislación nacional y las autonómicas sobre cajas de ahorros, las órdenes de los organismos supervisores, a saber, el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores, y las normas de Competencia, ámbito que sí depende de su departamento y que también se habrá de pronunciar- y "con perspectivas de futuro". ¿Y qué dice la institución reguladora que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez? Sería la más interesada en que esa absorción fructificase, si bien aún calibra qué ayudas se darían a Unicaja para amortiguar así el impacto sobre sus saneadas cuentas de las no tan boyantes de la CCM.
Aunque sea firme la intención de la Junta de Andalucía de que, a la vez, se dé el acercamiento con Cajasol, fuentes del sector financiero y sindicales relatan al complejidad de esas digestiones paralelas, a menos que la segunda se aborde a más años vista (para cerrar el iniciado entre El Monte y San Fernando han sido necesarios dos años, y no concluirá hasta el próximo mayo, al menos oficialmente).
En contra. Aún no hay casamiento entre las entidades malagueña y conquense -sobre los contactos, mutismo absoluto en la primera-, pero no faltan sus detractores, el PP de Castilla-La Mancha y UGT en esta comunidad.
De hecho, en la tarde de ayer se conocía que los consejeros propuestos por el PP en los órganos de gestión y dirección de la CCM habían presentado su dimisión a instancias de la dirección regional del partido, como muestra de rechazo a la posible fusión con Unicaja. Fuentes populares dijeron a Efe que no están de acuerdo con las injerencias políticas y de falta de información sobre los "rumores" que apuntan a una "crisis financiera" en la entidad. "No queremos que Barreda entregue el futuro de la CCM a Chaves", sentenció el PP manchego.
