La Comisión Ejecutiva de Unicaja, órgano delegado del Consejo de Administración -que se reunirá el próximo lunes-, dio ayer su visto bueno al protocolo de fusión con Cajasur, si bien la caja malagueña supedita el final feliz de la operación a la obtención de "determinadas" ayudas procedentes del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).
La Comisión Ejecutiva de Unicaja, una especie de versión reducida del Consejo de Administración -que tiene previsto reunirse el lunes próximo para ratificar el protocolo de intenciones y el plan de actuación económica y de apoyos financieros- dio ayer un paso más y dio su visto bueno al proceso de fusión iniciado con Cajasur.
No obstante, la entidad que preside Braulio Medel dejó claro que para que la operación tenga un final feliz, estará condicionada "a la adaptación de la Ley de Cajas de Ahorros de Andalucía, a las autorizaciones administrativas pertinentes, y a la obtención de determinadas garantías financieras del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD)", reza el comunicado enviado ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Eso, sin contar con la obligada aprobación por parte de los órganos de gobierno de cada caja, un paso indispensable en el proceso.
Las primeras cuestiones están solventadas, toda vez que la Junta de Andalucía ya ha expresado abiertamente su disposición a reformar la Ley andaluza de Cajas, con la intención de dar cabida a la representación de las tres entidades que se fusionarán -Unicaja, Cajasur y Caja de Jaén- teniendo en cuenta la singularidad de la cordobesa y el peso de la Iglesia.
Tampoco habrá mayor problema con las autorizaciones administrativas, ya que la unión cuenta con el respaldo absoluto de la Consejería de Economía y Hacienda de la Administración andaluza y tampoco se esperan inconvenientes del Banco de España, que ya conoce de primera mano y de boca de ambos presidentes el principio de acuerdo.
Queda por cerrar, pues, la cuantía de las ayudas que recibirá la operación del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) que vendrá a equilibrar los mayores lastres de Cajasur, su excesiva dependencia del ladrillo y la elevada morosidad. Y es que, en principio, la intención es no tener que acudir al Fondo de Reestructuración Ordenada de la Banca (FROB).
El paso dado por la Comisión Ejecutiva se produce un día después de que el Consejo de Administración de Cajasur diera su bendición a la fusión con la malagueña. Y con él "se abre formalmente el inicio y desarrollo de las conversaciones y contactos" entre las cajas para su unión.
Ahora tocará esperar al lunes para la ratificación por parte del máximo órgano de la malagueña. Un encuentro que coincidirá con el 125 aniversario de la fundación de la entidad más antigua de las que conforman Unicaja, la Caja de Ahorros de Cádiz.
cajasur, más grande. Por su parte, el presidente de Cajasur, Santiago Gómez Sierra, afirmó ayer en una carta dirigida a los empleados que con este paso la entidad cordobesa "no desaparece, continúa su andadura en una entidad más grande y fuerte". En la misiva, a la que tuvo acceso Europa Press, Gómez Sierra agradece a los más de 3.000 trabajadores su "trabajo, compromiso, profesionalidad y responsabilidad", pues, destaca, ello ha permitido dar a la entidad "el tiempo necesario para poder elegir, con la mayor libertad e independencia, y siempre dentro del marco legislativo vigente, cómo marcar el itinerario ante la acuciante crisis financiera que, sin duda ninguna, desencadenará en los próximos meses una reestructuración del sector y no pocos procesos de fusión".
Ésa es, y no otra, según Gómez Sierra, la razón por la que la caja se planteó entrar en un proceso de fusión, y ha sido su buena situación la que "ha permitido que no nos falten pretendientes y que varias entidades hayan mostrado su interés directa o indirectamente" en promover la integración con Cajasur. El resultado será, agrega, "una caja que, con la combinación de nuestros valores y las fortalezas de Unicaja, radicadas en su modelo de gestión, solvencia y eficiencia, logrará surcar la dura travesía con la máxima seguridad para bien de los clientes" y la plantilla.
Precisó que fueron los empleados los que han "capitalizado nuestras máximas preocupaciones" en las negociaciones. Y señaló que "se han sentado las bases para la acomodación tranquila y ordenada de ambas plantillas", además de garantizar una co-sede operativa en Córdoba "que guiará los destinos del territorio comercial de Córdoba, Sevilla, Huelva y Extremadura, con independencia de la integración de equipos", que amplían sus posibilidades profesionales en el ámbito de una entidad de mayor tamaño y perspectivas.
