El refuerzo del colchón financiero anticrisis (reservas frente a los riesgos, entre ellos el aumento de la morosidad y el deterioro de activos) hizo que el resultado neto de Unicaja cayera en el tercer trimestre del año un 20,2% en comparación con el mismo periodo de 2008, hasta los 235,9 millones de euros.
En concreto, la entidad, cuyos beneficios para el cierre del ejercicio rondarán los 300 millones, incrementó sus provisiones y dotaciones el 67,7%, con 223 millones. Este factor y el hecho de que no existieran las plusvalías por la venta de activos (acciones y participadas) de otros años fueron las claves del citado descenso de las ganancias.
Para diluir ese impacto de las reservas (unas son obligatorias y otras, voluntarias), cajas y bancos publican ahora el llamado beneficio recurrente, que excluye dotaciones adicionales y plusvalías. Unicaja es la primera vez que lo hace, y habla para ese indicador de un alza del 12,5%.
Como contraposición, las principales magnitudes del negocio financiero (el margen de intereses y el de explotación) se apuntaron una buena evolución -ver cuadro anexo-, y ello pese a la crisis económica. En este contexto, la cartera crediticia (esto es, la concesión de préstamos) apenas creció el 0,8%, hasta los 25.476 millones, mientras que los depósitos de los clientes (ahora más ahorradores) escalaron un 2%, con 31.986 millones.
Mientras, la morosidad siguió por debajo del promedio del sector financiero, con el 2,9% -casi tres de cada cien euros en créditos no se recuperan o será difícil hacerlo-, porcentaje que se mantiene invariable desde marzo pasado, y ello pese a haber empeorado la coyuntura.
En lo que va de 2009, la caja ha cerrado 15 oficinas (hasta 904). La liquidez supera los 3.000 millones y "está entre las entidades españolas mejor capitalizadas".