El proceso de reestructuración de la banca española, que ya parece haber tocado fin tras la absorción de CEISS por parte de Unicaja, está sacando a la luz extraños compañeros de viaje. Si hace escasos días conocíamos que el Sabadell había entrado en la entidad financiera malagueña, la auditoría de esta última correspondiente al cierre de 2013 revela su desembarco en tres bancos nacionalizados: Bankia, NCG y Catalunya Banc, además de CEISS con anterioridad a su acuerdo matrimonial.
El presidente de Unicaja, Braulio Medel, en una imagen de archivo. / JORGE ZAPATA (EFE)
En todos los casos la toma de las participaciones se ha ejecutado mediante operaciones de canje de bonos es decir, acciones a cambio de antiguos títulos de deuda, a imagen y semejanza del mecanismo utilizado por Sabadell para estar presente en el accionariado de Unicaja Banco, con el 0,5 por ciento del capital, según confirmó la propia entidad catalana tras publicarse en prensa.
En concreto, el banco que preside Braulio Medel adquirió 2.328.740 títulos de Bankia (0,02 por ciento del capital social) por 3,150 millones de euros, un paquete que a cierre de la bolsa de ayer estaba valorado en 3,35 millones. Del gallego NCG asumió 1.751.055 acciones (0,07 por ciento), por 2,70 millones el Estado español lo nacionalizó para después adjudicarlo en subasta al venezolano Banesco, traspaso que en breves fechas será completado. De Catalunya Banc se hizo con 3.477.551 títulos (equivalentes al 0,18 por ciento) por 6,30 millones, un banco que también está a expensas de su privatización el Gobierno ha anunciado que se acometerá antes de verano.
Junto con estas tres entidades que pasaron a la órbita del Estado a través del FROB, Unicaja también entró el año pasado en el banco castellanoleonés CEISS antes del complejo pacto que, en fechas recientes, ha permitido la integración: fueron 6.750.000 títulos (1,9 por ciento) por 6,75 millones de euros.
En cambio, la entidad malagueña redujo su participación accionarial en el grupo Banco Popular, del que llegó a tener el 0,51 por ciento heredado de su presencia en el antiguo Banco de Andalucía. Así, vendió 1.273.076 títulos (el 0,06 por ciento) por 5,29 millones, poco después de que un canje de bonos le reportara 715.990 acciones valoradas en 3 millones.
Dentro de la banca, Unicaja revela también la propiedad del 21,09 por ciento de EBN Banco de Negocios, con sede social en Madrid, así como el 40,7 por ciento del Banco Europeo de Finanzas el que otrora se denominara el banco de las cajas andaluzas.
Sin embargo, las cinco mayores desinversiones emprendidas el año pasado correspondieron al grupo constructor y de servicios Sacyr Vallehermoso (vendió por 19,95 millones y un beneficio de 4,95 millones el 1,94 por ciento del capital); a la inmobiliaria Metrovacesa (0,38 por ciento por 8,49 millones y 2,79 millones de plusvalías); acciones en el fondo de inversión QMC por 3 millones de euros y unas ganancias de 0,72 millones; títulos de la compañía industrial y energética Duro Felguera por 7,29 millones; y, por último, en CIE Automotive por un valor de 5,27 millones. De esta forma, Unicaja intensificó la reestructuración de su grupo empresarial y de participadas, reduciendo su posición en empresas no estratégicas. No en vano, en 2012 ya desinvirtió en Metrovacesa, Popular, Vivenci, RWE y BMW.
A 31 de diciembre pasado, el valor contable (en libros, no de mercado, siendo éste en todo casi muy superior) de la cartera empresarial de Unicaja ascendía a 1.004,09 millones de euros, con un descenso de casi 70 millones respecto al cierre del ejercicio precedente. Entre sus participaciones más destacadas se encontraban la aceitera Deoleo, la compañía agroalimentaria Campofrío, la eléctrica Iberdrola, la aeronáutica Alestis, Hoteles Playa, Hidralia (gestión de aguas) o varias sociedades de autopistas.
En el caso de Deoleo, la semana pasada manifestó su continuidad en el capital por su carácter estratégico para Andalucía pese a la opa que lanzará el fondo británico CVC.
