Unos 71 millones de niños en edad de iniciar la enseñanza secundaria no están en la escuela y 127 millones de jóvenes y adolescentes entre 15 y 24 años son analfabetos, según el Informe de Unicef titulado 'Progreso para la Infancia' que alerta de que más de un millón de adolescentes pierde la vida cada año y decenas de millones se están quedando fuera de los sistemas de enseñanza pese a que en los últimos 20 años se han beneficiado de los progresos conseguidos en los sistemas de educación y salud.
El trabajo señala la necesidad de aumentar la inversión en todos los aspectos de la vida y el bienestar de los adolescentes, incluso en su lucha por la supervivencia ya que cada año 1,4 millones de adolescentes mueren a causa de accidentes de tráfico, complicaciones en el parto, suicidio, SIDA, violencia y otras causas. Además, en algunos países de América Latina, mueren más adolescentes como resultado de homicidios que por accidentes de tráfico o suicidios y en Africa, las complicaciones en el embarazo y el parto son la principal causa de muerte de adolescentes entre 15 y 19 años.
En este sentido, el estudio también destaca que los niños que llegan a la adolescencia están "cada vez más expuestos a la violencia", dejando atrás la primera infancia, cuando las enfermedades y la nutrición son los principales retos y que las adolescentes son "particularmente vulnerables a la violencia en el matrimonio".
De este modo, Unicef explica que los adolescentes, especialmente las niñas, "se ven obligados a asumir roles de adulto antes de estar preparados y señala que "más de un tercio de las mujeres de entre 20 y 24 años de los países en desarrollo, excepto China, estaban casadas o tenían pareja a los 18 años y cerca de un tercio de ellas se casó a los 15 años".
LA EDUCACION SECUNDARIA, PRINCIPAL RETO
El principal problema entre los adolescentes es la matriculación en la educación secundaria que sigue siendo baja, especialmente en Africa y Asia, pese al aumento de los sistemas de educación secundaria en muchos países. Así, Unicef destaca que aunque a nivel mundial, el 90 por ciento de los niños en edad de asistir a la enseñanza primaria están matriculados en las escuelas primarias, el principal problema sigue estando en el acceso a la educación secundaria, en concreto en Africa subsahariana, donde se dan los peores indicadores de educación secundaria de todas las regiones.
En este sentido, el informa identifica Africa subsahariana como el lugar más difícil para la vida de un adolescente, ya que la población adolescente de la región sigue creciendo y se prevé que sea el área con el mayor número de adolescentes en el mundo hacia el año 2050.
Por otro lado, este trabajo pone de manifiesto otras consecuencias "alarmantes" del reparto no equitativo de los beneficios del progreso entre el total de 1.200 millones de adolescentes (definido por las Naciones Unidas entre las edades de 10 y 19 años) que ahora viven en todas las regiones del mundo.
Por ello, la directora ejecutiva adjunta de Unicef, Geeta Rao Gupta, ha explicado que "las desventajas ligadas a la pobreza, la condición social, el género o la discapacidad impiden a millones de adolescentes el cumplimiento de sus derechos a una educación de calidad, a la salud, la protección y la participación".
Por todo ello, el informe afirma que son necesarios "esfuerzos significativos en materia de promoción, programas y políticas para hacer realidad los derechos de todos los adolescentes", ya que la adolescencia es una etapa "crítica" de la vida en la que "una inversión correcta puede romper el ciclo de la pobreza y conseguir beneficios sociales, económicos y políticos para los adolescentes, sus comunidades y naciones". Finalmente, incide en la necesidad de reconocer a los adolescentes como "verdaderos agentes de cambio" y pide reconocer su capacidad para "la creatividad, innovación y la energía para resolver sus problemas".