Uno de los dos empresarios españoles asesinados recientemente en México residía en Sevilla y más en concreto en uno de los barrios del Polígono Sur, según confirmaron ayer fuentes del Comisionado para el Polígono Sur. El vecino de la capital hispalense era Fernando Carmona Romero, de 57 años, que por motivos laborales se había trasladado a México, donde vivía desde las pasadas Navidades. Su familia, sin embargo, seguía manteniendo su residencia en el Polígono Sur. Este hombre, al igual que el otro fallecido, José Montoya Losada, de 58 años, se dedicaba al negocio textil. Su familia, tras conocer la trágica noticia y ante la falta de recursos económicos se ha movilizado para recaudar el dinero necesario que le permita sufragar la repatriación del cuerpo. Aunque la familia se ha movido en su entorno para obtener medios para sufragar la repatriación de Fernando Carmona, ayer no se había acercado a su parroquia, Jesús Obrero, según indicó su párroco, José González, quien dijo no tener noticias sobre este luctuoso suceso. Por su parte, fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores, que es el que se está encargando de todas las gestiones, se negaron a dar información al respecto, alegando que nunca se ofrecen datos de las víctimas en el extranjero y se limitaron a decir que están en contacto con las familias de los fallecidos para gestionar la repatriación de los cuerpos. Estos dos ciudadanos fueron encontrados el sábado en el maletero de un vehículo que estaba sumergido en un canal de riego del río Humaya, en una zona prácticamente deshabitada conocida como Cerros Prietos, perteneciente a la sindicatura de Villa Adolfo López Mateos, a las afueras de Culiacán, según el informe de la Pgjesin, la Fiscalía del estado de Sinaloa. Los cuerpos sin vida de los dos hombres, que tenían las manos esposadas, presentaban heridas de proyectiles por arma de fuego en distintas partes del cuerpo, de acuerdo con los primeros estudios forenses. Asimismo, ayer se conoció que fueron torturados y que su asesinato pudo producirse en la zona turística de Tamarindo. Los fallecidos se encontraban en México junto a otras dos personas, un familiar de Fernando Carmona quien interpuso la denuncia por desaparición y un amigo de ambos. La Policía mexicana sigue investigando las causas de este suceso.
