Una gamberrada pudo acabar con el consistorio de Umbrete siendo pasto de las llamas. No fue a mayores por la oportuna llamada de dos trabajadores municipales –una limpiadora y un técnico de Urbanismo– que fueron a trabajar por la tarde y pudieron alertar a tiempo a los servicios del emergencias para sofocar un fuego que finalmente solo parte del salón de plenos municipal.
El suceso, cuyos destrozos se valoran en una cantidad cercana a los 3.000 euros, se produjo a primera hora de la tarde del martes, cuando los trabajadores municipales, que estaban en las plantas superiores de la casa consistorial, detectaron una importante presencia de humo y llamaron a la Policía Local. Al comprobar que la humareda provenía de la primera planta, pensaron en principio que se podría tratar de un cortocircuito en el cuadro de contadores. Sin embargo, las llamas salían del salón de plenos.
La Policía Local extinguió rápidamente las llamas valiéndose de los extintores existentes en el propio Ayuntamiento. Las pesquisas realizadas durante la tarde de ayer y la mañana de hoy han concluido que el incendio fue provocado, quemándose en primera instancia una persiana de tela y madera, presumiblemente desde el exterior del edificio a través de una ventana. Esta persiana posteriormente incendió el parqué de madera de la sala, provocando graves daños en el mismo así como en la pared, en el techo y en la propia ventana desde la que presumiblemente se inició el fuego. La investigación policial apunta a que este acto es obra de unos vándalos que, desde el exterior y probablemente con un mechero, incendiaron el store de la ventana, que estaba abierta, que posteriormente cayó sobre la tarima flotante de madera donde están los escaños de los ediles.
Los dos grupos políticos con representación municipal, PSOE y PP, se apresuraron en condenar a través de un comunicado estos hechos, que suponen “un ataque injustificable a un edificio público con un importante carácter simbólico para todos los umbreteños”. Además, denunciaron que el suceso pudo poner en riesgo la vida de los dos trabajadores municipales que, de no haberse percatado del humo, podrían haber quedado atrapados ante unas llamas que se localizaban en la planta baja del edificio. El alcalde de Umbrete, Joaquín Fernández Garro (PSOE), añadió igualmente que de no haber estado nadie, el incendio habría acabado con el Ayuntamiento y las llamas se podrían haber extendido a una manzana de viviendas adosadas que están junto a la casa consistorial.
“Es una gamberrada de algún niñato que ha podido causar un gran disgusto”, señaló Fernández Garro que, aunque asegura que el municipio no tiene por el momento problemas de seguridad ciudadana, sí que alertó de la presencia de grupos de jóvenes “la mayoría de ellos identificados” que en los últimos tiempos han sido protagonistas de actos vandálicos, como la quema contenedores o el destrozo de bancos.
Dada la repercusión de estos acontecimientos, el Consistorio informó que tanto el grupo socialista como el grupo popular han coincidido en la necesidad de llevar esta investigación hacia delante hasta sus últimas consecuencias para identificar al autor o autores del incendio. “Aún en el caso de que el injustificable ataque de ayer [en alusión al martes] sea obra de gamberros con grandes dosis de inconsciencia, es necesario responder con firmeza ante tales hechos pues, a pesar de que los daños materiales no son de gran consideración, se puso injustificadamente en un grave riesgo la vida de dos personas”, indicaron en la nota conjunta.
