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Unos vecinos de Los Palacios y Villafranca llevan tres años esperando las llaves de sus VPO

Un desacuerdo con la constructora obligará ahora a Idelpa a tomar las riendas para unas obras en El Trobal, a las que todavía les queda un año, mientras los adjudicatarios desesperan y amenazan con una huelga de hambre.

el 04 jul 2010 / 17:15 h.

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Los afectados frente a sus VPO sin acabar.

Un humor surgido de la desesperación hace que los afectados por las 52 VPO que esperan a ser terminadas desde hace 2007 en El Trobal comparen su situación con el célebre cuento en espiral de la buena pipa, o que pretendan bautizar el barrio, una vez concluido, con el nombre de la  serie televisiva Arrayán, “porque no acaba nunca”.  Detrás de las bromas, asoman 52 historias de familias cuyas ilusiones  se han vuelto una pesadilla alimentada por la eterna promesa.

“Estamos cansados de que nos engañen”, dice Miguel Ángel Flores, uno de los afectados por estas promociones  que el Ayuntamiento de Los Palacios y Villafranca comenzó a prometer allá por 2004. Los demás asienten, y cada uno cuenta su particular batalla por conseguir un techo en las afueras de esta pedanía, que es la mayor del municipio con 1.500 habitantes.

El primer compromiso en firme de terminación de las obras data de febrero de 2008, después de varios retrasos. La constructora no cumplió los plazos. Los afectados, que ya habían entregado en torno a 20.000 euros cada uno, se amotinaron contra la empresa pública Idelpa exigiendo celeridad. Primero se prometió que tras el verano de 2008 estarían acabadas. Luego, que a comienzos de 2009. Más tarde, que en octubre de 2009 o que, como mucho, en diciembre del año pasado. Pero comenzó 2010 y las obras siguieron paralizadas. Los vecinos aseguran que la constructora no les entrega las llaves porque no cobra.

En la última reunión con los responsables de la empresa pública, cuyo presidente es el alcalde, Antonio Maestre (PSOE), recibieron la noticia de que Idelpa había rescindido el contrato con la concesionaria “por dificultades” con la misma y que, conseguido un nuevo acuerdo con la banca, asumirá el trabajo en unos días, pero que necesitará otro año para terminar las promociones (de 36 y 16 viviendas VPO), que siguen a falta de asfaltado, rejas, puertas, sanitarios y pintura.

Los afectados no están ya para esperar más. Mario Romero y Pepi Fresco llevan dos casados y viviendo de alquiler, sin esperanza de recuperar los 25.000 euros que ya entregaron. Nazaret Martínez ha aplazado tres veces su boda, embromada con los plazos. No creen ya en las palabras y amenazan con una huelga de hambre, si no hay acuerdo esta misma semana.

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