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UPN desoye al PP y acuerda abstenerse en la votación de los Presupuestos

Salvo imprevistos, el Consejo Político de UPN optará hoy entre mantener la unidad con el PP o romper una alianza de 17 años y entenderse con el PSOE, el partido necesario a juicio de líder regionalista Miguel Sanz para garantizar la estabilidad y gobernabilidad de Navarra.

el 15 sep 2009 / 16:35 h.

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Salvo imprevistos, el Consejo Político de UPN optará hoy entre mantener la unidad con el PP o romper una alianza de 17 años y entenderse con el PSOE, el partido necesario a juicio de líder regionalista Miguel Sanz para garantizar la estabilidad y gobernabilidad de Navarra.

El Consejo Político ha sido convocado para últimas horas de la tarde ya que antes tendrá que pronunciarse ante idéntica disyuntiva el Comité Ejecutivo de UPN para que su decisión sea la que ratifique o no el máximo órgano del partido entre congresos.

En esta primera cita se da por seguro que Sanz hará valer sus tesis sin dificultad, mientras que en la segunda puede encontrar más resistencia ya que entre los 232 miembros del Consejo Político hay algunas destacadas voces críticas.

El tema a discutir será qué votan los dos diputados de UPN en el debate de los Presupuestos del Estado, aunque esto sólo ha sido el detonante porque más allá de este asunto concreto el objetivo de Sanz, dice, es asegurarse con los socialistas un entendimiento que permita cerrar el paso en Navarra a un gobierno con presencia nacionalista.

Un objetivo que en el presente posibilita que UPN continúe en el Ejecutivo foral junto a su socio, el CDN, y para el futuro permitiría que UPN y PSN puedan, si no quieren compartir el poder, alternarse en él, cómo ha sucedido de hecho en todo el periodo democrático salvo un paréntesis de un año.

De hecho este tradicional entendimiento es el que el pasado verano permitió a Sanz presidir de nuevo el Ejecutivo foral al abstenerse el PSN en su investidura tras renunciar a formar gobierno con NaBai e IU.

La razón es que no se daban "las condiciones suficientes" para este acuerdo, dijo desde Ferraz José Blanco, el mismo dirigente socialista que ayer reconoció públicamente haber mantenido diversas reuniones con Miguel Sanz, a quien pidió además que demuestre ahora la misma "responsabilidad" que hace un año se pidió a su partido.

Y añadió Blanco que un buen entendimiento entre el PSOE y UPN es fundamental para garantizar la estabilidad de Navarra y la aprobación de sus presupuestos para el próximo año, por lo que como contrapartida es preciso que UPN "se comprometa" con el Gobierno de España y las cuentas del Estado.

Una exigencia la de los Presupuestos que en última instancia puede no representar nada a la hora de aprobarlos porque el PSOE negocia con varios partidos su apoyo a los mismos, pero que sí provocará el fin de la alianza entre UPN y PP, una ruptura deseada por los socialistas desde hace tiempo.

El motivo es el coste político que no necesariamente electoral que tendrá para el PP en términos nacionales y la necesidad que UPN tendrá del PSOE en el ámbito autonómico, por lo que para los socialistas en principio esta ruptura sólo tendría ventajas.

A cambio el Gobierno de Sanz se mantiene y es probable que obtenga de José Luis Rodríguez Zapatero el visto bueno a distintas aspiraciones sobre inversiones del Estado en Navarra y sobre el marco jurídico-político de la Comunidad Foral, algo que en la pasada legislatura resultó imposible por el modelo de oposición ejercido por el PP y que los regionalistas respaldaron con una mayoría absoluta en el Parlamento foral.

Ahora "la gobernabilidad no sólo se consigue con los Presupuestos" sino también "con la voluntad de querer acordar cuestiones fundamentales", dijo Sanz el 25 de septiembre al abrir las negociaciones presupuestarias con el PSN, aunque "si derivado de esto, paralelamente, conseguimos otras cuestiones de interés para los navarros, lógicamente no lo vamos a despreciar", añadió.

El reverso de esta actitud es la respuesta que el PP pueda dar en Navarra, tanto sus electores como la dirección del partido, que al parecer podría plantearse su "inminente refundación" en la Comunidad Foral, según advertía también ayer el ex diputado Jaime Ignacio del Burgo.

Pero restan casi tres años para cuando los populares puedan comprobar en la urnas su peso real en Navarra y Miguel Sanz, quien no duda en calificar de "malos" los Presupuestos elaborados por el POSE, pero tampoco de la necesidad de ser "posibilistas en la vida", lo que busca es asegurar desde ahora que no habrá sobresaltos en esta legislatura y que a futuro el diseño queda dibujado. Aunque lo cierto es que la política de alianzas la marcarán los electores y las circunstancias.

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