El delegado de Urbanismo y Medio Ambiente, Maximiliano Vílchez, cree “factible” la ampliación propuesta por el Grupo Barceló para su hotel Renacimiento, la modificación del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) para ello y la construcción del nuevo puente en la Cartuja que uniría la isla con la calle José Díaz. De hecho, el responsable municipal, tras el debate abierto por la petición de recalificación de Ikea, consideró que es una “evidencia” que el PGOU de 2006 se tiene que cambiar para adaptarlo a la situación económica del momento.
Eso sí, apostilló que dichas modificaciones del Plan General se tienen que aprobar con la participación de los agentes sociales y los grupos de la oposición que, por ahora, recelan de los proyectos que negocia el Ayuntamiento, como el de la multinacional sueca Ikea y Altadis, que quiere recalificar los terrenos de su antigua fábrica.Vílchez confirmó, como publicó este periódico, que ya mantuvo una reunión con los responsables del hotel Renacimiento en la que hablaron de la construcción del puente recogido en el PGOU (que lo financiarían Isla Mágica y Barceló con cinco millones de euros cada uno) y en la que le plantearon el interés por desarrollar la ampliación del hotel.
Eso sí, para ello se debe cambiar el PGOU que, por error, concede al hotel el doble de la edificabilidad posible.Ante este hecho, el delegado comentó que pese al “error cometido por los anteriores gestores”, que atentaba contra la legalidad del PGOU al contemplar una zona edificable por encima de las limitaciones de la normativa, el Grupo Barceló plantea reducir sus metros cuadrados “con generosidad” hasta llegar a un acuerdo, limitando esa ampliación “sin aprovecharse del error”. “Nos satisface porque supone más inversiones y más empleo para la ciudad”, defendió el responsable de Urbanismo, quien insistió en que “todo lo que sea bueno para Sevilla lo vamos a aceptar y a apoyar”.
Preguntado por la solicitud de modificación del PGOU que Isla Mágica prepara, Vílchez indicó que están “encantados como gobierno de que haya tantos inversores interesados en Sevilla”, pero que hasta que dicha solicitud no sea presentada no podrán estimar si la propuesta de modificación se ajusta a la legalidad y si se trata de una inversión seria. “Todo se hará desde la legalidad y la transparencia”, repitió reafirmando las palabras del propio alcalde, Juan Ignacio Zoido.
Sin embargo, el proyecto de Isla Mágica está directamente ligado a la construcción del nuevo puente de la Cartuja, puesto que, según lo acordado con la anterior Corporación municipal, el parque temático financiaría la mitad del puente. Vílchez dijo no conocerlo, aunque sí sabía que se había negociado con el anterior gobierno, al igual que el proyecto del Grupo Barceló.
La sociedad Parque Isla Mágica S.A. (Pimsa), que explota el recinto, encargo un documento técnico para presentárselo al Ayuntamiento hispalense con su propuesta de modificación del PGOU y su plan especial para la zona. El Plan General le otorga al recinto de ocio un total de 59.000 metros cuadrados de aprovechamiento urbanístico nuevo, pero para que se pueda construir una gran superficie comercial en la parcela frente al Teatro Central (de 47.000 metros cuadrados) se necesita un cambio en el PGOU para que ese suelo que ya es terciario pueda albergarlo (sólo se podría construir un centro comercial de 1.750 metros cuadrados) y no choque con la Ley de Comercio andaluza. Isla Mágica, pues, no pide más edificabilidad, sino que el suelo sea de uso global terciario.
