Urbanismo expedienta a un autónomo por colgar un cartel reivindicativo en Écija

En la pancarta reclama al Ayuntamiento el pago de una deuda. El Consistorio alega de que es un anuncio instalado sin licencia municipal.

15365627El Ayuntamiento de Écija ha abierto un expediente de disciplina a un empresario de la ciudad por colgar en el balcón de su oficina una pancarta reclamando el pago de más de 6.000 euros que el Consistorio le adeuda desde hace años. Además, la Concejalía de Urbanismo ha ordenado que se dé cuenta de la presunta infracción a la Comisión Local de Patrimonio.

Argumenta el Ayuntamiento que el empresario en cuestión, Julio Ojeda, ha colocado “un anuncio publicitario” en su balcón, que da a la plaza de España, conocida como el Salón, sin la preceptiva licencia municipal. Además, la pancarta da a la plaza mayor, por lo que el Consistorio entiende que también se contraviene el Plan Especial de Protección, Reforma Interior y Catálogo del Casco Histórico, el Pepriccha.

Urbanismo dice que la colgadura no se ajusta a lo que indica el Pepriccha y esgrime también el Reglamento de Disciplina Urbanística de la Comunidad Autónoma para sancionar la pancarta, al entender que la misma no es “compatible con la ordenación urbanística vigente, es decir, no es legalizable”.

“Sobre fachadas de edificios catalogados sólo se permitirán anuncios necesarios para la actividad comercial autorizada, si la hubiera”, recuerda el Ayuntamiento. El texto de la pancarta –que lleva casi mes y medio colgada en el Salón– dice: “Así ayuda el Ayuntamiento de Écija a los emprendedores. Sedesa debe al autónomo que trabaja aquí 6.689,93 euros”, un texto que Urbanismo interpreta como un anuncio publicitario.

Urbanismo reclama al empresario la reposición del balcón y la fachada a su estado original, es decir, que retire la “pancarta/anuncio”, y le da diez días para presentar alegaciones, advirtiéndole que puede pedir la reducción a la mitad de una multa que no especifica.

Ojeda ya ha adelantado que piensa alegar. El autónomo considera la comunicación del expediente urbanístico de “una amenaza” y de un intento de “coartar mi derecho a la libertad de expresión”. Y se defiende. “Digo yo que también le han iniciado el mismo expediente a todos los que han puesto en sus balcones anuncios de “Se vende” o “Se alquila”, colgaduras con la imagen del Niño Jesús, rótulos comerciales que no cumplen las especificaciones del Pepriccha, anuncios de promociones de viviendas o de rehabilitación de edificios públicos ...”.

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