El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, se mostró ayer dispuesto a aceptar un acuerdo humanitario con las FARC por el que se intercambiarían secuestrados por guerrilleros presos, con la condición de que "no vuelvan a delinquir". "El Gobierno ha facilitado liberaciones, ha hecho rescates y no se opone al acuerdo humanitario siempre y cuando el acuerdo humanitario no sea para devolverles delincuentes a las FARC", dijo el presidente Uribe.
Uribe hizo estas declaraciones tras la liberación el domingo del soldado Josué Daniel Calvo, quien fue entregado por las FARC a una misión humanitaria del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) gracias a la mediación de la senadora opositora Piedad Córdoba.