Uruguay vivió ayer un día que marcará historia: sus ciudadanos acudieron a votar al que será su futuro presidente para el periodo 2010-2015, el nuevo Parlamento y la suerte de dos referéndum sobre el voto por correo y la anulación de la Ley de Caducidad de los crímenes cometidos por la dictadura. Como era de esperar en uno de los países con más tradición democrática en Latinoamérica, la jornada transcurrió con normalidad y con una alta participación -2.563.297 uruguayos estaban llamados a votar en unas elecciones con sufragio obligatorio-.
La coalición de izquierdas en el Gobierno, el Frente Amplio, es favorita a la hora de conseguir mayoría en el Parlamento y llevar a su candidato, el ex guerrillero tupamaro José Mujica, a la Presidencia del país. Éste sustituirá a su compañero de filas, el actual presidente, Tabaré Vázquez, que abandona el cargo de acuerdo con la Constitución pero que conserva niveles de popularidad superiores al 60%. Los dos líderes del Frente Amplio representan a una izquierda no populista, similar a la de Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasil, y de Michelle Bachelet, en Chile y justo en el lado opuesto al nuevo socialismo de Evo Morales (Bolivia) o Hugo Chávez (Venezuela).
El rival de Mujica es el ex presidente Luis Alberto Lacalle, candidato a la Presidencia por el primer partido de la oposición, el Nacional, maltratado en las encuestas. Con todo, tampoco está claro que el cabeza de lista del Frente Amplio pueda obtener la mayoría absoluta requerida para convertirse en el nuevo presidente de Uruguay, por lo que parece segura una segunda vuelta.
Junto a Mujica y Lacalle, aspiran a la Presidencia del país Pedro Bordaberry, por el Partido Colorado, la otra gran fuerza tradicional de Uruguay; Pablo Mieres, por el Partido Independiente; y Raúl Rodríguez, por Asamblea Popular.
Además del Parlamento y el presidente del país, los uruguayos votaron ayer en doble plebiscito la implantación del voto por correo para quienes viven fuera del territorio nacional, y la anulación de la Ley de Caducidad, que al concluir la dictadura en 1985 dejó sin castigo los crímenes cometidos por la represión estatal. Tampoco se puede afirmar nada con rotundidad sobre estos plebiscitos, que deben tener un apoyo de más del 50%. No obstante, las encuestas dan su aprobación aunque por muy estrecho margen.
Relevo pacífico. Uno de los primeros en depositar su voto fue el presidente Tabaré Vázquez, quien adelantó que su Gobierno "ya trabaja" para preparar "una transición transparente" a quien gane los comicios.
También de los primeros en acudir a las urnas fue Mujica, quien tuvo dificultades para acceder a la mesa de votación por los cientos de seguidores que habían acudido a ver votar al popular senador. Tras ejercer su derecho se marchó a su granja de las afueras de Montevideo para pasar allí el resto de la jornada. Por su parte, Bordaberry, el candidato a la presidencia del tercer gran partido en liza, el Colorado, manifestó su "confianza" en el papel que pueda desempeñar su formación en un próximo Gobierno. Aunque el Partido Colorado queda muy lejos del Nacional y más aún del Frente Amplio en intención de voto, sus electores pueden ser cruciales si se produce una segunda vuelta, pues estarían en condiciones incluso de poner a Lacalle por delante de Mujica. Según dijo al votar el ex presidente uruguayo y destacado dirigente colorado Julio María Sanguinetti, este partido será "decisorio".