Tomás Muriel
(Vídeo: Charo Morales/Elisabeth Moreno)
Sus vidas transcurren entre kilómetros de alambradas, controles militares y la sempiterna presencia del gran muro que Israel construye con el pretexto de preservar su seguridad. Es la realidad de una serie de menores palestinos que gracias a la ONG Paz Ahora pasan un mes de vacaciones en España. Ayer visitaron Sevilla.
Las mochilas de muchos de estos niños y niñas cisjordanos, de entre ocho y 11 años, son revisadas por los militares israelíes cada vez que marchan hacia la escuela. Viven en un auténtico estado de sitio. Ahora, durante el mes de vacaciones que pasan en España, "se sorprenden de cómo los niños pueden caminar libremente por las calles, jugar sin que nadie les mire con prejuicios y se vean intimidados por la constante presencia militar", según relata Kawtar, una de las cuatro monitoras que acompaña al grupo.
Los macutos de estos jóvenes ya no los registra nadie. En ellos tan sólo tienen cabida ahora bocadillos, zumos y los buenos recuerdos que están amontonando de su visita a España, dentro de la XIV edición del programa Vacaciones por la Paz, promovido por la asociación Paz Ahora.
Del total de 60 menores que actualmente se encuentran en el país, 16 permanencen en Andalucía. Han sido repartidos entre familias de Málaga y de la localidad de Marinaleda, en las que han desarrollado una "convivencia multicultural, no violenta, que les va a dotar de unas herramientas de las que han sido desprendidos para conocer que otro mundo mejor es posible", como explica el presidente de la ONG a nivel federal, Julio Rodríguez. Muchos de ellos son huérfanos, otros hijos de presos políticos que cumplen condena en cárceles militares israelíes. Han sido escogidos por monitores para vivir esta experiencia, una realidad distinta a la suya.
En la jornada de ayer su periplo por la comunidad les llevó hasta Sevilla, donde tuvieron oportunidad de visitar a lo largo de la mañana alguno de los monumentos más destacados del centro histórico, como la Catedral, el Archivo de Indias o el Alcazár. Kawtar relata que "los chicos han preguntado mucho en la visita. Les interesa conocer la historia musulmana de la ciudad". Tras el tour monumental, el grupo se trasladó hasta el parque temático Isla Mágica, donde disfrutaron de las atracciones del recinto sevillano, No obstante, los chiquillos ya tenían claro qué ha sido lo mejor de su visita a la región. "Les ha encantado el mar, ya que no lo conocían. Hay que tener en cuenta que tampoco tienen acceso a los ríos, el ejército de Israel no se lo permite", subraya de nuevo Kawtar.
La visita de estos niños y niñas a España encara su recta final. Hoy partirán hacia Madrid, donde permanecerán una semana. Allí se reunirán con el resto de la expedición, que se ha repartido por varios puntos de la geografía nacional, como Barcelona, Palencia, Santiago de Compostela, Navarra o Cáceres.
Su regreso a Cisjordania está previsto para el 22 de agosto. Ese día comienza el ramadán. Volverán a la franja militarizada donde se desarrollan sus vidas. Eso sí, en sus mochilas portarán herramientas válidas para construir un futuro mejor.