Jóvenes al día

Vacaciones para unos, oportunidad laboral para otros

Muchos jóvenes aprovechan las vacaciones de verano como una oportunidad de empleo para sacarse unos ahorros o para introducirse en el mercado laboral. Trabajar cuando otros disfrutan se convierte en todo un negocio en estas fechas estivales.

el 02 ago 2014 / 08:00 h.

Mari Carmen Vega tiene 24 años, es técnico superior de Comercio Internacional y también de Gestión al Transporte. Desde hace menos de un mes está trabajando en una empresa del sector de la logística (transporte y mercancía) de la que prefiere no revelar el nombre. En concreto desempeña su labor en el departamento de las Islas Canarias, supervisando el proceso de transporte de mercancías desde la península a las islas: «Gestiono con los clientes la recogida de mercancía en las instalaciones que nos indiquen y las almacenamos en nuestras dependencias hasta que los viernes embarcan con destino Canarias. Documentamos toda la mercancía, procedemos a hacer despacho y estamos pendiente de ésta en todo momento hasta confirmar que haya llegado a su destino». Mari Carmen recurrió a una Empresa de Empleo Temporal (ETT) para buscar empleo. Pensó que quizás durante los meses de verano le sería más fácil conseguir trabajo y que además tendría más posibilidades en una ETT y lo consiguió: «Envié mi currículum a la página web de Adecco y tras recibirlo me llamaron para hacer una entrevista: había una vacante de un puesto que se adaptaba a mi perfil». En la entrevista en Adecco, Mari Carmen recibió información sobre las condiciones de la oportunidad laboral y tras manifestar su interés con éstas, desde la ETT la pusieron en contacto con la que hoy es su empresa. Una joven aprovecha el verano para trabajar en el sector de la hostelería, que vive en el verano uno de sus mejores momentos en Andalucía. Una joven aprovecha el verano para trabajar en el sector de la hostelería, que vive en el verano uno de sus mejores momentos en Andalucía. Era la primera vez que Mari Carmen se ponía en contacto con esta ETT: «Algunos compañeros que encontraron trabajo mediante Adecco me aconsejaron inscribirme y probar suerte». Considera que muchas personas desechan las oportunidades que pueden ofrecer las ETT por la temporalidad de los contratos que ofrecen. Esto hace que se cierren puertas ellos mismos. «Con las circunstancias actuales y la precariedad laboral que impera, para muchas personas la única salida es recurrir a los empleos eventuales con una duración de tiempo determinada», sostiene la joven. «Tengo contrato por tres meses en principio, los meses de verano», expone. Mari Carmen tiene un contrato por obra o servicio determinado y plantea que la empresa le ha comunicado que si las cosas van bien podría seguir trabajando de forma indefinida sin estar sujeta a la temporalidad que ahora la limita y que podría llevarla de nuevo al desempleo. «A los jóvenes muchas veces no nos queda más remedio que conformarnos con los trabajos temporales, pero también nosotros tenemos que tener una seguridad de cuánto nos va a durar ese trabajo», defiende. «Los jóvenes estamos más dispuestos a afrontar trabajos temporales de lo que lo pueden estar personas más mayores, aunque si la necesidad llama, todo el mundo independientemente de su edad termina accediendo al trabajo que se le ofrece sin tener en cuenta el tiempo de duración», defiende. Mari Carmen también plantea que es difícil vivir «enganchando» un trabajo temporal con otro: «no puedes llegar a hacerte con la dinámica de un trabajo cuando ya estás metido en otro y eso es muy complicado». Comenta que su anterior experiencia fue como becaria: «He estado en dos empresas con una duración total entre ambas de siete meses». Sin la experiencia que la mayoría de los jóvenes adquieren realizando labores de becario, lo tendrían mucho más difícil para defender su candidatura ante una oferta de trabajo. Los jóvenes, conocedores de este hecho, cada vez optan por realizar el mayor número posible de prácticas para optimizar sus posibilidades laborales en un futuro próximo. Incluso el mercado de ofertas para becarios se está viendo saturado ante la falta de empleo entre los jóvenes que optan por éstas, muchas de ellas no remuneradas. «En las prácticas realizas las mismas funciones que podrías desarrollar como empleada, pero sin recibir un sueldo», subraya. Mari Carmen no puede evitar pensar en su futuro y en qué pasara una vez finalice el periodo de tres meses de contrato que tiene vigente: «En caso de no seguir en la empresa, continuaré formándome, esta vez aprovecharía para centrarme en los idiomas, y también con nuevos cursos. Tampoco desistiría en la búsqueda de empleo». Plantea que volvería a repetir en su búsqueda de empleo a través de una ETT, está muy contenta con el trato recibido y muy agradecida en que confiaran en ella.   EMPLEO TEMPORAL. José Enrique Baras es el director de la delegación de Adecco Industrial de Sevilla. Se trata de una empresa que ofrece soluciones integrales en el área de Recursos Humanos tanto en la selección de personal para trabajo temporal, además de formación y consultoría. «La función de director de una de las delegaciones de Adecco pasa por coordinar un equipo multidisciplinar que da servicio a las empresas que tienen tanto necesidades de incorporar personal, como ofrecer formación para sus empleados», plantea el director. Con la crisis económica y financiera, plantea que reciben muchos más candidaturas que antes. «Siempre recibíamos muchos currículos durante los meses previos al verano. Ahora el volumen también se mantiene más elevado en el periodo estival, aunque al contrario que antes, durante el resto del año la recepción de aquéllos se mantiene también muy alta». El incremento en la demanda durante el verano señala que es debido a la llegada de vacaciones de los estudiantes, que buscan una oportunidad laboral cuando acaban las clases. El verano es la época de más trabajo del año en una ETT, incluso por delante de la Navidad y la Semana Santa, afirma José Enrique: «Es un periodo donde cubrimos muchas vacaciones y se experimenta un aumento de la actividad en determinados sectores como por ejemplo en la hostelería, alimentación o distribución». Los trabajos temporales de verano suelen ser empleos de poca cualificación como mozos, camareros, reponedores y promotores, que suelen tener una duración de entre 15 días y dos meses. Señala que una forma de darse a conocer en las empresas es comenzando a trabajar «días sueltos». Comenta asimismo un hecho esperanzador y positivo: «Estamos experimentado un descenso del paro y aproximadamente el 30 % de estos trabajadores temporales acaban quedándose en las empresas por el incremento de demanda de mano de obra». Además, destaca que este verano prevén tener un aumento del 20% de contrataciones respecto a 2013. El director plantea que España es un país con poca tradición en tema de trabajo temporal: «En el resto de Europa es algo que se ve con mucha naturalidad. Al mercado laboral español le costó adaptarse a esta modalidad de contratación flexible, pero el empresario ha entendido su utilidad y se ha extendido su demanda». Las ETT son en muchos casos, herramientas de ayuda para los jóvenes que buscan un empleo, en muchas ocasiones el primero: «Somos la puerta de entrada para los jóvenes en el mercado laboral ofreciéndole una oportunidad de acceder a una empresa o adquirir experiencia para consolidarse posteriormente en un puesto de trabajo», destaca el director. EMPRESARIO. Antonio Clavijo es el gerente de la empresa de Confitería y Repostería Asunción, ubicada en pleno barrio de Los Remedios en Sevilla, y que lleva casi 60 años dando servicio a sus clientes. Se trata de un negocio familiar que ha pasado de padres a hijos durante varias generaciones: «La empresa la llevamos entre mis hijos, algunos trabajadores que tenemos contratados dependiendo de la época, y yo». Al cabo del año Antonio tiene que hacer contrataciones puntuales que sirvan de refuerzo para las épocas de mayor venta (Navidad, Semana Santa y Feria), además de para cubrir las vacaciones de verano. Para él, el verano es una fecha clave para que los jóvenes encuentren trabajo: «En mi negocio por ejemplo, tiramos de gente joven para cubrir las vacaciones los meses de julio y agosto». La campaña de preparación a la Navidad comenta que comienza en el mes de septiembre y también necesitan contratar a personas de refuerzo. Se trata por tanto de un tipo de negocio que está sujeto a contrataciones temporales para las fechas de mayor nivel de ventas. Antonio confiesa que suele contratar a gente joven porque le resulta más rentable: «Por los trabajadores de más edad no percibes bonificaciones, sin embargo por contratar a jóvenes sí». Hace a sus empleados contratos de formación. De esta manera, ellos pueden acceder a un puesto de trabajo y él puede conseguir que contratarlos le resulte beneficioso. Este empresario confía en Adecco para la selección de sus trabajadores. Él sólo acude a la oficina, comunica el número de trabajadores que necesita, además del perfil de éstos, y ellos hacen el resto. En unos días Antonio recibe en su negocio a varias personas que cumplen los requisitos que él ha demandado y elige a los que más se adecuan a lo que él busca. «Adecco me cobra una comisión por el trámite, aunque no me resulta caro el servicio que me prestan, ya que suelen mandarme a las personas que necesito en cada momento», plantea. Antonio confía en los jóvenes para desempeñar su labor profesional en su empresa: «Me he encontrado de todo, gente que he tenido que despedir porque no funcionaban y otros que lo han hecho muy bien y son muy responsables». No está de acuerdo con generalizar si los jóvenes son más o menos responsables que los más mayores, dice que eso va con la persona más que con la edad. Subraya que en los últimos años está encontrándose con personal cualificado dispuesto a trabajar como dependientes en su confitería: «He tenido a una chica estudiante de Turismo que ha estado trabajando con nosotros de forma temporal para ahorrar dinero para sus estudios». «La falta de empleo se nota, ahora hay un abanico mucho más amplio de jóvenes dispuestos a trabajar que antes de la crisis», concluye el empresario.   JÓVENES Y EMPLEO. El estudio Crisis y contrato social. Los jóvenes en la sociedad del futuro, del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, pone el dedo en la llaga en el descontento de los jóvenes en relación al trabajo que desarrollan, puesto que la crisis ha rebajado en extremo la variedad de ofertas. Según el documento, más del 70% de los jóvenes considera que su empleo actual o el último que tuvo guarda o guardaba poca relación con su capacitación, frente al 13 % que cree que dicho trabajo y su formación estaban bastante ajustados. Según la investigación, la trayectoria laboral es muy variopinta entre los jóvenes que, estando trabajando o en paro en la actualidad, han trabajado antes. De entrada, casi el 60% ha tenido más de dos trabajos y algo más del 20% ha pasado por cuatro o más experiencias laborales. Fundamentalmente los trabajos desempeñados eran de carácter temporal (57%), a jornada completa (32 %) o parcial (24 %), y una parte importante del colectivo trabajó sin contrato (17%). En cuanto a la expectativa de mantenimiento del empleo actual, entre quienes lo tienen, es poco optimista. Un 48% de los jóvenes que tienen trabajo creen poco o nada probable perder su puesto de trabajo en el plazo de un año. El 37% da casi por hecho que lo perderá y un 14% no está seguro. La vivencia de la mayoría de los jóvenes que trabajan es que no sienten que su empleo les permita ser independientes. Sólo un 36% del conjunto considera que sí les permite serlo. Para seguir completando el panorama actual relacionado con el empleo entre los jóvenes, fijándonos en quienes se encuentran en situación de búsqueda de empleo, encontramos que la confianza en encontrar un trabajo en el plazo de un año es muy baja. Sólo el 19% cree que lo conseguirá. Frente a ellos, el 71% lo considera casi imposible y el 10% no sabría posicionarse al respecto.

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