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Vadillo vuelve a ponerse de moda en el Betis

El canterano cumple "un sueño" al reaparecer después de jugar sólo cuatro partidos completos con el filial.

el 28 nov 2012 / 21:00 h.

Vadillo celebra el 3-0 ante el Valladolid.
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El desenlace de la eliminatoria copera entre el Betis y el Valladolid deparó un protagonista inesperado. Recurrente en la historia reciente del club verdiblanco, sí, pero inesperado por el ostracismo al que parecía relegado en Segunda B. Álvaro Vadillo resucitó de entre los muertos futbolísticos y en apenas unos minutos sirvió dos goles, uno de Rubén Castro y otro en propia meta, tras dos extraordinarias internadas desde la línea de banda al área chica. El simple hecho de regresar al primer equipo ya fue "un sueño" para el chaval, mayor de edad desde septiembre. Ahora está en sus manos, y sobre todo en sus pies y su cabeza, hacerse con un sitio definitivo entre los profesionales.

"Sé que se espera mucho de mí, pero los pies los tengo en el suelo desde el principio", dice Vadillo, que aparentemente torea la presión con la misma naturalidad con que sorteó a los rivales del Valladolid. "Era el partido que esperaba. Después de trece meses, hacer este partido y volver con el primer equipo era un sueño. Cuando vi la convocatoria por la mañana, mucha felicidad. Jugara o no, tenía muchas ganas, volver con el primer equipo me hacía muy feliz. El míster confía mucho en mí y creo que le he devuelto la confianza", añade.

Ese míster, Pepe Mel, le pidió una cosa, observaciones tácticas aparte: "Que disfrutara. Tengo 18 años y aparte de ayudar al equipo con trabajo y humildad, me dijo que disfrutara", revela. Tras el disfrute llegó la hora de la otra cara del entrenador: el aviso de que retornará al B como se le ocurra creérselo. "Volvería encantado. El filial está en una situación delicada y si el míster lo ve necesario, yo bajo", advierte.

Para el extremo de Puerto Real, el choque del miércoles fue el punto y final de un calvario que comenzó en octubre del año pasado cuando se partió la rodilla en el Santiago Bernabéu. "He sufrido bastante", confiesa. Pero el trauma ya es historia y a partir de este momento sólo hay sitio en la mente de Vadillo para centrarse en el primer equipo y rendir como se espera de él. Porque esa es otra:ni siquiera en el filial ha estado brillando la promesa bética. "Puede haber miles de motivos, como la motivación o la confianza", intenta descifrar.

El caso es que Vadillo ha distado bastante de ser determinante en lo que va de campaña en el filial. Para empezar, ha participado en diez de las catorce jornadas, nueve de ellas como titular, pero sólo ha disputado cuatro partidos completos, uno con Risto Vidakovic (el último, ante el Cádiz) y tres con Puma (Albacete, Écija y Sanluqueño). Y además apenas ha marcado dos goles, ambos de penalti (frente al Lucena y el Sanluqueño).

Para algunos, quizá muchos, la principal razón es que el hábitat natural de Vadillo es la Primera y no la Segunda B. Uno es Miguel Valenzuela, excoordinador de la cantera del Betis, que ayer reveló que hasta el Sevilla quiso al chico cuando despuntaba en las categorías inferiores. Los artífices de que hoy en día siga en el Betis, según Valenzuela, son tres: su padre, Jesús, y los hermanos Wanceulen (Antonio y José). "Desde que era alevín iban los equipos a su casa, pero su padre apostó por el Betis. El Sevilla, el Madrid, el Barcelona... En mi mesa incluso he tenido contratos del Chelsea, el Liverpool y el Manchester", desveló en Radio Sevilla.

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