La única voz que ayer quiso pronunciarse en IU tras conocerse el procesamiento de la concejal de Participación Ciudadana, Josefa Medrano, fue la del coordinador regional, Diego Valderas, quien mostró en público su apoyo total a la edil. El resto prefirió ser prudente y esperar a tener el auto del Juzgado de Instrucción número 6 que sentará en el banquillo a la edil por prohibir un homenaje al escritor y falangista Agustín de Foxá.
Valderas consideró que el procesamiento de la número dos en la lista de IU para la candidatura a la Alcaldía de Sevilla es "exagerado", aunque para él se trata de una imputación que "dignifica". En rueda de prensa, el coordinador regional dijo: "Estamos ante un procesamiento exagerado", y apostilló: "Hay imputaciones que dignifican una actuación ante determinadas cuestiones", ya que, a su juicio, en la actuación de Medrano "no veo ningún aspecto de falta de decoro".
Y es que desde el partido se le resta importancia a una imputación que consideran más "ideológica" que delictiva. En el auto, la magistrada Mercedes Alaya plantea el procesamiento de Medrano al considerar que su decisión "por discriminatoria, atacaría presuntamente y de manera frontal al mandato del artículo 14 de la Constitución y el artículo 2 de la Declaración Internacional de Derechos Humanos de 1948 y constituiría una aplicación injustificada y prohibida de la Ley de Memoria Histórica".
Por eso, fuentes del partido aseguraron ayer que no se trata de hechos graves y que, aunque IU va a tener que afrontar la campaña electoral con la única concejal imputada en sus listas, no va a plantearse ningún tipo de actuación contra ella, que cuenta de esta forma con el respaldo de la agrupación de izquierdas.
Ahora habrá que esperar cuál es la condena que reclaman las acusaciones, aunque contra el auto cabe la posibilidad de recurso. Pese a que la magistrada se limita a hacer un relato de hechos y no a imputar un delito concreto, lo más probable es que los escritos de calificación reclamen penas por delitos de prevaricación y contra los derechos fundamentales y las libertades públicas. Por el primero de ellos, Medrano podría enfrentarse a penas de diez años de inhabilitación para ejercer un cargo público y, por el segundo, a una condena de entre uno y tres años de prisión y multa de seis a doce meses.
Según la magistrada, Medrano a principios de octubre de 2009 "dio orden expresa de revocar la autorización" de un homenaje a Foxá por el 50 aniversario de su muerte, que estaba previsto para el 6 de octubre en el centro cívico el Tejar del Mellizo. La juez insiste en que Medrano conocía que se trataba de "un acto literario" y no político. La edil dijo en su declaración que desconocía la faceta poética de Foxá y que uno de los motivos que le llevó a prohibirlo fue el de evitar altercados, ya que habían recibido llamadas amenazantes. Para la instructora, en cambio, esta situación se hubiera solucionado con "presencia policial".
