La cabeza de lista del PSOE al Parlamento Europeo, Elena Valenciano, presentó ayer en un desayuno informativo de Fórum Europa su candidatura a las Europeas. No fue el mejor día para ser el centro de atención. Todas las miradas estuvieron puestas en la presentadora del acto, la presidenta de la Junta de Andalucía y secretaria general del PSOE de Andalucía, Susana Díaz. La crisis abierta entre los socios del Gobierno andaluz, PSOE e IU, era la comidilla entre los asistentes a la convocatoria, de la que la propia Valenciano no fue ajena. Al iniciar su discurso no dudó en elogiar a Díaz al manifestar que estamos «profundamente orgullosos» de lo que está haciendo en una situación compleja, porque está actuando con «firmeza y sensibilidad»
Este guiño de apoyo a la presidenta de la Junta no fue el único que le lanzó Valenciano. En respuesta a una pregunta de los asistentes al desayuno sobre si el PSOE apoya a su secretaria andaluza, la candidata al Parlamento Europeo afirmó con contundencia que tiene no solo el respaldo de la dirección de Ferraz, sino del conjunto de todos los socialistas de España.
Además de refrendar el trabajo de Díaz, Valenciano, tal y como lo requería la ocasión, hizo una defensa a ultranza de la Unión Europea y animó a que el 25 de mayo se acuda a las urnas a votar, «porque las políticas europeas afectan a los ciudadanos andaluza». Admitió que hasta ahora estos comicios eran «la Cenicienta», porque se creía que no se jugaba nada, «pero de ellos saldrá el Parlamento y un Gobierno» y destacó que es la «oportunidad» de que se produzca un cambio en la política europea «que no ha sido muy brillante en los últimos años».
No dudó en centrar su discurso en criticar con dureza las medidas políticas y económicas adoptadas en Europa por la derecha, que, según señaló, en España está representada en la figura del candidato del PP, Miguel Arias Cañete, del que dijo que se presenta para ser comisario europeo y seguir con el programa fijado por la presidenta alemana, Angela Merkel.
En este sentido se quejó de que la derecha ha destinado cantidades «ingentes» de dinero para salvar a los bancos, que se han convertido en «poderes fácticos», pero se han olvidado de los ciudadanos.
No obstante afirmó que se está a tiempo de cambiar el rumbo europeo, para entregar «el timón a la izquierda», para así «restablecer la cohesión social». Y alertó de que en Europa se están librando tres grandes batallas: «La lucha contra la crisis, la recuperación del crecimiento y el empleo; la ideológica, que tiene que ver con el modelo económico y resultante de la crisis; y la batalla histórica, si la Europa unida sigue siendo un proyecto viable».
Y para lograr estos objetivos, Valenciano propuso un pacto de progreso social, que incluya un programa de inversiones, el establecimientos de objetivos sociales y un diálogo entre sindicatos, empresas, gobiernos y sociedad civil. Condenó que el Gobierno esté utilizando la reforma laboral, «que está castigando a todos los sectores, para contarnos la historia de que nos estamos salvando y que el destrozo ha merecido la pena, pero cuando escucho esto se me ponen los pelos de punta». Recordó los miles de puestos de trabajo que se han destruido y advirtió de que los nuevos empleos que se están creando son de peor calidad y más inseguros. Debido a esta situación económica, la candidata a las europeas por el PSOE se lamentó de la cantidad de jóvenes formados que están emigrando por la falta de oportunidades y para cambiar esta situación abogó por un cambio de orientación con una mayoría socialdemócrata que «conducirá a Europa en otra dirección y otras prioridades económicas» que reconstruyan el Estado del Bienestar.
