Los comentaristas de Canal Plus hicieron ayer a Marc Valiente, defensor catalán, canterano del Sevilla por obra de magia. Los buenos resultados de formación de la carretera de Utrera provocan eso, fama, aunque a veces sea menos merecida. El buen central es canterano, sí, pero de la factoría del FC Barcelona, de La Masía. Diego Perotti también es canterano, sí, pero el internacional argentino se formó y dio sus primeros pasos en Boca Juniors y luego en el modesto Deportivo Morón, antes de pasar por el Sevilla Atlético.
Pero esa es una gran noticia para el club sevillista, lo es desde hace varias temporadas. El club de Nervión no sólo saca productos propios estelares, como Jesús Navas, sino que ya sabe hasta pulir los externos hasta convertirlos en auténticas estrellas. En ese capítulo entró Daniel Alves, a ese capítulo pertenece Adriano Correia y a ese capítulo pertenece también Diego Perotti, que ayer, algo más ensombrecido, hizo uno de esos partidos que lo hacen más grande, y caro. Recibió por todos lados, pero la pidió la y pidió. Cada vez mejor el argentino. Y cada vez mejor Marc Valiente. El Sevilla lo fichó la pasada campaña procedente del filial del FC Barcelona. El catalán buscaba una puerta que le habían cerrado en su casa, la de Primera, y la ha encontrado. Dos partidos en la máxima categoría han valido para acreditar que Valiente lo es y bastante. Las lesiones asolan al Sevilla en defensa, pero hay cantera. Él y Cala ya hacen pensar que pueden ser alternativas más válidas que la reconversión de Konko, por ejemplo.
El Sevilla vuelve a ser tercero y vuelve a ser el mejor entre los mortales, entre los que no pueden gastarse la millonada en los cracks mundiales, llámense Cristiano, Kaká o Zlatan. Suma el equipo de Jiménez 30 puntos en 14 partidos. Supera la media inglesa, a más de dos puntos por jornada. Ha logrado tantos en casa, 15, como fuera, 15. E incluso da la impresión de sentirse más seguro a domicilio. Habrá que tomar nota para las eliminatorias de 2010.
