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Valme: 40 años de una corona

La protectora de Dos Hermanas peregrina el domingo a Cuarto para recordar la coronación canónica de 1973. La imagen será portada en andas y hará el mismo recorrido de la romería

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Dos Hermanas no tendrá que esperar al tercer domingo de octubre para ver a la Virgen de Valme camino de Cuarto. La protectora de la ciudad protagoniza este domingo una peregrinación extraordinaria con motivo del XL aniversario de la coronación canónica, que se solapa con el recorrido que realiza cada siete años como marcan las reglas de la hermandad. La última vez que se produjo esta visita fuera del calendario oficial fue en 2006. En esta ocasión, y al coincidir la efeméride del 23 de junio –día de la coronación– con el Año de la Fe promulgado por Benedicto XVI, desde la corporación nazarena se ha dotado de mayor contenido la peregrinación extraordinaria con una serie de actos en los días previos, como una conferencia del cardenal y arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo; una misa por el descanso del cardenal José María Bueno Monreal –bajo cuyo pontificado fue la coronación–; ejercicio del Vía Lucis y un besamanos extraordinario en horario nocturno –estos tres últimos programados para esta tarde– en recuerdo del que tuvo lugar en la parroquia de Santa María Magdalena aquel glorioso junio de 1973. Todo para recordar el legado de una corona que tuvo como padrino al entonces presidente del Gobierno, el almirante Luis Carrero Blanco, unos meses antes del atentado que le costó la vida,y que se desarrolló en la explanada del Arenal, donde a día de hoy una placa recuerda el feliz acontecimiento. El hermano mayor de entonces, Manuel Moreno, explica cómo sucedieron los hechos aquella calurosa tarde: “Fue algo único. El pueblo entero volcado. La imagen salió en procesión desde la iglesia a la zona del Arenal, donde sobre el paso de Santa Anta –pues aún no tenía el suyo– el cardenal Bueno Monreal, ayudado por el párroco José María Ballestero, le puso la corona a la Virgen de Valme. A la celebración le siguió una magna procesión por el municipio hasta las siete de la mañana”. Por ello, al llegar estos días finales de junio, la protectora de Dos Hermanas y patrona del Ayuntamiento nazareno viste el manto blanco que estrenó en la coronación. Pero para la peregrinación del domingo a Cuarto llevará otro. La nueva pieza tiene su historia. Varios hermanos e incluso familias enteras han donado el bordado de cada una de las estrellas en plata que decoran este nuevo manto de raso en tonalidad verde agua que han confeccionado las hermanas Martín Castillo de Arahal y que ha sido posible gracias a la iniciativa que han liderado jóvenes como Francisco Alanís Chamorro, Jesús Ríos Sutil y Eduardo Vega Moreno, entre otros. En este sentido, el actual hermano mayor de Valme, Francisco Javier Díaz Terrero, se ha implicado también en la obra y ha sido uno de sus benefactores: “Mi esposa y yo hemos aportado dos estrellas. En total son más de 60 las que lleva el manto. Es un honor poder decir que la Virgen lleva algo de cada casa de Dos Hermanas”. Pese a que pueda parecer lo contrario, el acto poco o nada tiene que ver con la multitudinaria romería del tercer domingo de octubre, con la que sólo comparte el recorrido. La imagen va en andas y no en la carreta de papel rizado con tiro de bueyes. Parte de la iglesia a las 5.30 horas, acompañada por miles de vecinos y devotos –hace siete años se llegaron a contabilizar 3.000 personas–, para buscar la carretera vieja que une Dos Hermanas con la capital y dirigir sus pasos al Real Santuario del Cortijo de Cuarto, ya en el barrio de Bellavista, donde hasta entrado el siglo XIX la Virgen recibía culto todo el año después de que el rey Fernando III, tras invocarla con la conocida frase de “¡Váleme Señora!” antes de la conquista de la ciudad (en los relatos de Diego Ortiz de Zúñiga), le dedicara una ermita. Para los que no puedan realizar el trayecto a pie, la hermandad fletará autobuses para la misa que oficiará a las 9.00 horas en la ermita el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo. Los peregrinos y demás participantes podrán ganar indulgencia plenaria en esta celebración según un acuerdo renovado hace unos años con la Basílica de Santa María la Mayor de Roma. El retorno no se demorará. Tras un breve receso, la Virgen de Valme Coronada –que podrá llevar cualquier devoto– regresará por el mismo camino al municipio para, pasadas las 13.30 horas, estar ya en la iglesia nazarena.

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