El diestro Javier Valverde cortó una oreja en Sevilla, en la corrida que cerraba la Feria de Abril, una "miurada" larga e insufrible por las tres horas que duró y el escaso contenido que tuvo, aunque nada empaña su triunfo, que en todo caso tiene más mérito por darse en un contexto tan poco apropiado.
A las nueve y media en punto de la noche arrastraban al último de la tarde y feria. Tres horas justas de corrida.
Todo por la absoluta inoperancia de la parada de mansos, incapaz de conducir de nuevo a los chiqueros al segundo toro, rechazado en el ruedo. Intervino Padilla, menos mal, pero media hora después del primer pañuelo verde, para acabar con la farsa de una estocada y cuatro descabellos.
La siguiente demora, naturalmente, en el otro toro devuelto -el cuarto-, y esta vez tuvo que ser el propio cabestrero quien se arriesgó a entrar andando por chiqueros para conducirlo. Una vergüenza, nada menos que en Sevilla y por televisión.
"El Fundi" estuvo digno en el primero, pero sin terminar de cogerle el aire al toro, que aunque "se orientó" por el pitón izquierdo, se dejó hacer por el derecho, desplazándose incluso con cierta boyantía. El trasteo, itinerante, finalizó en chiqueros, donde "el miura" se puso más complicado, hasta el extremo de que "El Fundi", reconocido as de espadas, lo pasó mal buscándole la igualada para meterle la espada.
El cuarto, el sobrero del Conde de la Maza, estuvo en la línea de los titulares, o lo que es lo mismo, resultó difícil. "El Fundi", aunque estuvo valentón, nada resolvió en un largo trasteo.
Padilla se empleó a fondo con su distraído primero, hasta que el toro, al verse vencido, se vino abajo del todo. Tampoco tuvo posibilidades en el quinto, que asimismo acabaría parándose. Vale destacar de Padilla su rápida y efectiva intervención con la espada en los tres toros que despachó, incluido el sobrero que los bueyes no supieron conducir a chiqueros.
Valverde hizo lo más meritorio del festejo, y como tal se le premió. Fue en su complicado primero, que en principio "se acostaba" por el lado derecho, pero al que terminaría metiendo en la canasta a base de firmeza, llevándole muy tapado para evitar que le descubriera tirándole gañafones. Hubo música y todo durante la faena, que se siguió desde el tendido con interés y emoción. La colocación de la espada no fue buena, pero bastante había pasado el torero, así que le dieron una oreja.
El sexto fue "un pájaro", reservón, agazapado para amagar a las primeras de cambio. Había que andar muy listo para no dejarse coger por él. Y Valverde, que buscó con ahínco redondear su tarde, al menos se libró, que también es triunfo.
FICHA EL FESTEJO. Cinco toros de Miura -el segundo como sobrero-, y uno -sobrero también, que hizo cuarto- del Conde de la Maza, grandes pero con bonitas hechuras, muy serios y con cuajo, que no presentaron mayores dificultades que su extrema sosería, aunque cambiaron también mucho durante la lidia, yendo con facilidad de la nobleza a las complicaciones. El menos malo, el primero; y el peor, el sexto.
José Pedro Prados "El Fundi": tres pinchazos, media y tres descabellos (palmas tras dos avisos); y pinchazo y estocada (ovación).
Juan José Padilla: estocada (ovación); y estocada y descabello (ovación).
Javier Valverde: estocada baja fulminante (una oreja); y pinchazo y estocada (silencio).
Sin destacados en las cuadrillas.
"Fundi" y Padilla banderillearon conjuntamente los dos primeros toros, y Padilla en solitario al quinto. Ambos, fáciles y certeros.
La plaza tuvo lleno de "no hay billetes" en tarde agradable.
