Al menos 24 personas perdieron la vida el miércoles y más de 50 resultaron heridas en atentados y ataques perpetrados en Bagdad y localidades ubicadas al norte de la capital iraquí. De los ataques, que coincidieron con la visita de Robert Gates, secretario de Defensa EEUU a Irak, el más mortífero dejó 15 víctimas mortales y 28 heridos de diversa gravedad y fue cometido con un coche bomba en las cercanías de la mezquita chií Abdel Rasul Ali, en el centro de Bagdad.
El atentado, que tuvo lugar a las 17.00 hora local (14.00 GMT), causó destrozos de consideración en tiendas comerciales y coches particulares. La explosión causó, asimismo, importantes daños en los muros de la mezquita. También, indicaron que la mayoría de las víctimas son civiles que se hallaban cerca de una tienda que se dedica a la venta de refrescos.
Pocas horas antes, cinco personas fallecieron y 12 sufrieron heridas por la detonación de un vehículo en medio de un grupo de civiles en el centro de Baquba, capital de la provincia de Diyala, fronteriza con Irán. Asimismo, un atentado similar acabó con la vida de dos civiles e hirió a otros diez cerca de la rica ciudad petrolera de Kirkuk, 250 kilómetros al norte de Bagdad.
Confianza. Pese a esta cascada de atentados, el secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, mostró su convencimiento de que la estabilidad "está al alcance de la mano", a pesar de los retos que quedan por superar. "Creemos que la situación mejora y que se puede conseguir un Irak seguro y estable", subrayó el responsable norteamericano.
