La firma Vasari inauguró ayer en Sevilla su sexta boutique en el territorio ibérico, pues junto con la capital hispalense abren sus puertas al público otros establecimientos de la prestigiosa marca en Barcelona, Andorra, Madrid, Tenerife y Valencia.
En la fiesta de apertura celebrada ayer en el hotel Alfonso XIII -que albergará dicha boutique- podían reconocerse algunos rostros conocidos, como los del diseñador Tony Benítez o el futbolista Mario Hugo Pavone, del Real Betis Balompié.
Pero sin duda, todas las miradas fueron acaparadas por la ex mujer de Cayetano Martínez de Irujo, Genoveva Casanova, que lleva oficiando como imagen oficial de Vasari desde 2006. "Genoveva representa a la perfección el espíritu de la firma y es una apasionada de las joyas de Vasari", aseguraban los responsables de promoción de la firma en un comunicado, y añadían a renglón seguido sobre la modelo mexicana que "transmite a la perfección la imagen sofisticada, moderna, atractiva y elegante propia de las joyas de Vasari".
Cabe recordar que en 1982 Vasari abrió su primera boutique revolucionó la joyería, ya que este sector se limitaba al mundo de las piedras preciosas, y Vasari quería esquivar esa tradición y dar a las joyas un valor especial de obra de arte. Y lo hizo empezando por el propio nombre de la firma, que se inspira en el historiador, pintor y arquitecto renacentista Giorgio Vasari.
Las premisas de Vasari son desde sus orígenes la imaginación, la libertad, la originalidad y la transgresión. Muchas de sus colecciones se han convertido en clásicos como la colección Araña, monedas chinas, Tattoo o dobletes.
También es sabido que Carmen Barbero, experta en el mundo de las piedras preciosas y sus posibilidades cromáticas, es la diseñadora de Vasari desde hace 27 años, tiene una especial predilección por la naturaleza, como ha quedado patente una y otra vez en sus creaciones.
Todos los invitados coincidieron en valorar las propuestas de la firma Vasari entre las más audaces y a la vez elegantes del momento, con unos diseños espectaculares que apelan tanto al desparpajo juvenil como a la elegancia más exquisita. Buena prueba de ello es la última colección de Vasari, la de otoño invierno 2008/2009 que la integran los collares Ritual y Mandrágora o los pendientes Tattoo.
