J.M. Espino (ATESE)
A la par que avanza la torre Pelli, que enfila ya el acristalamiento de su planta número trece y su interior es un enjambre de albañiles y electricistas, se van conociendo algunos detalles del Caixafórum que irá en el complejo del rascacielos tras quedar descartadas las históricas Atarazanas. Dos cosas hay seguras: que este centro cultural se localizará en uno de los dos edificios anexos llamados Podium el otro será para tiendas y que el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, quien concibió el proyecto para ubicarlo en el céntrico astillero medieval, está actualmente diseñando propuestas para hacerse cargo del nuevo.
En efecto, el profesional sevillano ha aceptado el ofrecimiento que le hizo Caixabank, propietario de la torre, para transformar uno de los edificios Podium en el Caixafórum, según ha podido saber este periódico. Nada hay decidido, sólo está trabajando en primeras propuestas, que posiblemente se pongan sobre la mesa de la Fundación La Caixa y se concreten antes de octubre. Si son aprobadas, a partir de entonces se conocerán sus detalles y los plazos definitivos para la construcción.
Tras la polémica surgida por la decisión de la Fundación La Caixa de trasladar el Caixafórum a la torre Pelli, por cuestiones de presupuesto y, sobre todo, de plazos costaba unos 25 millones de euros y, pasados tres años, seguía sin resolverse el papeleo urbanístico para rehabilitar el antiguo astillero, se ofreció a Vázquez Consuegra la posibilidad de diseñar el nuevo centro cultural en la torre Pelli. Y aunque al principio fue reticente, dado el varapalo a un proyecto para las Atarazanas ganado en concurso internacional pero rechazado por los conservacionistas e incluso con no pocos reparos por parte del alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, finalmente el arquitecto ha dicho sí a participar en su concepción.
Como la estructura del nuevo edificio está hecha, el objetivo sería concluir el centro cultural al tiempo que el propio rascacielos, previsto para el segundo semestre de 2014, si no hay más demora. El Caixafórum, asimismo, acaparará un espacio que se temía que quedara vacío por falta de demanda, debido a la crisis económica y ante la magnitud del complejo.
Las Reales Atarazanas, por su parte, albergarán un gran centro cultural aún por definir, aunque el consejero de Cultura, Luciano Alonso, lleva diciendo desde hace meses que se está ultimando con La Caixa y la Fundación Cajasol, que será la encargada de gestionarlo. En él, la entidad catalana se ha comprometido a invertir 10 millones de euros para la rehabilitación del histórico edificio.
Tardará en hacerse realidad debido a los trámites: cualquier nuevo diseño deberá superar los filtros de la Comisión Provincial de Patrimonio, órgano que ya había dado el visto bueno al proyecto de Vázquez Consuegra, que sin embargo no terminó de arrancar porque no contaba con la preceptiva licencia municipal de obras al exigirse a última hora un plan especial.
Un doble del rascacielos no sólo en Bilbao, también en Ammán Conocíamos que la sevillana torre Pelli tenía un alma gemela en Bilbao, en concreto el rascacielos del mismo arquitecto, el argentino César Pelli, que encargó Iberdrola y que es en la actualidad la sede central de la eléctrica y oficinas en alquiler repartidas entre sus 41 plantas y 165 metros de altura, aunque el parecido cambiará cuando al gigante de Cartuja le pongan su escudo contra el calor y adquiera un color terrizo, frente a la mera cara acristalada de la bilbaína. Pero también la torre Pelli tiene su melliza en la capital de Jordania, Ammán, que aún se construye. En estos momentos, le colocan sus ventanales, con un gran parecido al rascacielos sevillano incluso en su corona.
