Siempre han sido muy reivindicativos, y motivos no les han faltado. Los bloques de viviendas del Parque Alcosa se acercan a los 40 años y muchos de ellos siguen padeciendo los efectos de la terrible arcilla expansiva, tan común por estas tierras. Los que se han organizado han conseguido eliminar el problema gracias a las aportaciones de las administraciones y a un porcentaje que tuvo que poner cada uno de su bolsillo. En la economía de cada cual no se puede meter nadie, pero gracias a su inquietud, lograron que las entidades bancarias del propio barrio ofrecieran cuotas mensuales de pago de 30 euros, sin duda asequibles para la mayoría. Los que aún no han sido arreglados padecen esa situación por que los vecinos no se ponen de acuerdo. Y es una lástima. Como bien dice Emilio Yanes, arquitecto y auténtico erudito en la materia, las técnicas de hoy ofrecen soluciones más que fiables, y una casa es para toda la vida. De nada vale mirar hacia otro lado porque el problema está ahí, y sigue acrecentándose.
Periodista
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