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Vecinos de la Florida piden recuperar los 18.000 euros que pagaron por garajes

Más de 30 vecinos abonaron en 2007 a Novaindes la entrada para un aparcamiento que no existe

el 14 abr 2014 / 22:01 h.

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15670350Iba a ser una manzana de pisos de lujo. Solo los garajes tenían un precio que rondaba los 70.000 euros, un dinero que 35 vecinos de la zona decidieron desembolsar ante las graves carencias de aparcamiento en la zona, entre Menéndez y Pelayo y Luis Montoto. Sin embargo, estos 35 vecinos, que pagaron una media de 18.000 euros cada uno para reservar su plaza, han terminado conformando la Plataforma de afectados por los garajes de la Florida- Novaindes/Novaflorida porque, siete años después, ni tienen el dinero que dieron como entrada ni tienen su garaje en el edificio de la Florida. «Es un robo a mano armada. En estos siete años ha habido personas que se quedaron en el paro. Para muchos sería muy importante recuperar ese dinero. Lo ahorramos euro a euro y estamos esperanzados en que algún día nos lo devuelvan», asegura uno de los afectados, quien recuerda que hay quien pagó 16.000 euros, 22.000y hasta 60.000 euros. Además, los afectados apuntan que todos los días ven el solar vacío frente a sus casas y que el anuncio del Ayuntamiento los ha «frustrado» aún más. El delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, anunció en marzo que negocian con la actual dueña de la manzana de la Florida, la Sareb –el banco malo o la sociedad que gestiona los Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria–, su cesión para, de forma temporal, instalar una estructura metálica que facilite dos plantas de aparcamiento con 300 plazas rotatorias y para vecinos. De esta forma no se tendría que excavar y, por tanto, los restos arqueológicos de la zona no se verían afectados. Precisamente, fue el hallazgo de estos restos arqueológicos lo que, en un principio, retrasó la obra de estas viviendas y garajes. «Pagamos una señal y las letras mensuales durante un tiempo, hasta que nos comunicaron el retraso y la suspensión de las cuotas temporalmente. El contrato seguía vigente, nos dijeron entonces», apuntan los afectados. Sin embargo, en 2008 y 2009 empezaron a surgir noticias alarmantes sobre la situación económica de Novaindes. «Buscamos al administrador hasta que dimos con la única persona que ya respondía por la empresa, que nos informó de que estaban en concurso de acreedores. Entonces, en 2009, abrí un blog para encontrar a todos los afectados», comenta uno de ellos. A partir de entonces, empezó el calvario judicial para estos vecinos de la Florida, ya que no están en la lista de acreedores con prioridad para cobrar tras la liquidación de la empresa. De hecho, siete años después de firmar el contrato con Novaindes no han recuperado su dinero. Un caso que recuerda al de Resipark, si bien el promotor de estos aparcamientos era el Ayuntamiento, que finalmente se hizo cargo de devolver las fianzas de 1.000 euros que dieron muchos vecinos. En julio de 2013, una sentencia del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Sevilla dictó una sentencia que ha sido recurrida en la que se califica de «crédito concursal ordinario» el dinero pagado a Novaindes, esto es, que no se considera prioritario el cobro. Sí lo son, por ejemplo, el pago de impuestos, de créditos bancarios, pagos a la Seguridad Social o las indemnizaciones por despidos. Además, en esta sentencia el tribunal cuestiona que los vecinos esperasen para presentar su demanda a que declarasen el concurso de acreedores. «Parece que eran los bancos los especialistas en esta mecánica de resoluciones tardías o sin prisas frente a incumplimientos palmarios precedentes (de leasings, permutas financieras...), ahora también resultan de reclamaciones de particulares, en supuestos de promociones inmobiliarias frustradas, especialmente, como el presente». «Con la finalidad evidente de intentar gozar de un reconocimiento de crédito privilegiado contra la masa que no le es propio a su naturaleza», razona el tribunal en la sentencia. Sin embargo, los vecinos sostienen que no denunciaron antes la situación porque «todos esperábamos que se resolviera y, de algún modo, la empresa concluyera y nos entregara los garajes que estábamos pagando. No es una artimaña que hemos inventado nosotros que, además, no hemos recibido apenas información», defienden. Los afectados aseguran que no fue fácil reunir a todos los vecinos que habían comprado un garaje ni ponerlos de acuerdo para contratar a un abogado. «Además, la empresa en 2011 nos aseguró que seguían adelante con el proyecto, que habría un parón de las obras de bastantes meses, pero que después seguirían», explicó uno de los vecinos. Ahora, tras el recurso, esperan que en las próximas semanas se dicte otra sentencia que sí reconozca que hay un contrato en vigor. «El problema –indican– es que Novaindes valía 164 millones y debía 234 millones, así que tenía un déficit patrimonial de 75 millones de euros». «Solo queremos que nos devuelvan lo que es nuestro o que nos vendan el garaje», sostienen. El edificio de la Florida tiene un nivel de protección C por su estilo arquitectónico (neoclásico) y significado en la historia de Sevilla. Quiroga e Hijos se lo vendió en 2003 a la Sociedad Edificio La Florida, para después caer en manos de Novaindes. En 2004, los inquilinos se agruparon para denunciar las presiones a las que habían sido sometidos para abandonar las casas, empleando tácticas de asustaviejas. En 2006 se fueron los últimos comerciantes, inquilinos de este edificio de 1873 del que solo queda la fachada.

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