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Vecinos y comerciantes de Carmona recogen mil firmas para revitalizar la Alameda de la calle Jara

Comerciantes y vecinos de la calle Jara han recogido casi un millar de firmas para pedir que se revitalice esta zona comercial

Parte de las firmas recogidas por los carmonenses. Foto: Ezequiel García Parte de las firmas recogidas por los carmonenses. Foto: Ezequiel García Los comerciantes que ostentan locales en la alameda de la calle Jara han recogido mil firmas, que entregaron en el registro de entrada del Ayuntamiento el pasado jueves, para intentar reavivar una zona que hace unos años era punto de encuentro. Y es que el sector terciario de la localidad es uno de los que más continúa notando las dramáticas consecuencias de la peor crisis de las últimas décadas, a pesar de la tímida recuperación ya iniciada. Por este motivo, los impulsores de esta iniciativa, que definen a la zona como «joven, verde y con gran cantidad de negocios y llena de posibilidades», han pedido mediante un escrito adjunto al millar de rúbricas, una reunión con Juan Ávila para que éste les atienda, con la clara intención de que puedan llegar a una solución pronta , ya que, según afirman, en algunos casos «la situación es límite». Los emprendedores han indicado que el panorama «está siendo deprimente, ya que en junio, otros veranos, han estado los veladores de los bares y cafeterías a rebosar». Año tras año, vecinos y dueños han intentado poner su grano de arena con la organización de eventos puntuales, como conciertos, cine de verano, veladas o juegos y atracciones para pequeños. La alameda de la calle Jara es uno de los parques más grandes de la ciudad, y tal y como dicen los propios vecinos, «todas las iniciativas llevadas a cabo han tenido un apoyo masivo de la ciudadanía, porque la amplitud y la tranquilidad por el escaso tráfico es un punto a favor». Así pues, han comentado que «siempre estamos buscando ideas y nuevas formas de atraer a los carmonenses y a los turistas, pero pensamos que ahora debe ser el Ayuntamiento el que dé un paso al frente y, con Juan Ávila a la cabeza, intenten que nuestra petición llegue a buen puerto». Entre las medidas que aparecen en el citado documento se hallan la instalación de un mercadillo ambulante «sin tener que eliminar ninguno de los dos ya existentes» –aclaran–, un rastrillo de carácter semanal u «otro tipo de actividad similar» que tenga la periodicidad antes indicada. Por último, concluyen incidiendo en que «ya han cerrado algunos compañeros, y las actividades municipales para el verano, aquí, brillan por su ausencia. No podemos esperar más».

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