Veinte muertes violentas, presuntamente vinculadas en su mayoría al crimen organizado, se han contado desde la madrugada del domingo en el tercio norte de México, informaron hoy fuentes oficiales y periodísticas.
Doce de los crímenes tuvieron lugar en el estado de Chihuahua -de esta cifra, ocho en la fronteriza Ciudad Juárez- y los ocho restantes en las localidades de Tijuana y Rosarito, en el estado noroccidental de Baja California.
Estos dos últimos puntos, habitualmente conflictivos, llevaban varias semanas sin registrar crímenes del narcotráfico.
En el cañón Rosarito, junto al enclave bajocaliforniano del mismo nombre, fueron hallados tres cadáveres, dos de ellos en el interior de un vehículo con un tiro en la frente y el otro calcinado de cintura para abajo a pocos metros del automóvil.
En Tijuana, donde se originó el cartel de la familia Arellano Félix, fueron halladas dos mujeres de entre 18 y 25 años también con el "tiro de gracia", la seña de los asesinatos cometidos por sicarios.
Otro de los fallecidos fue un policía municipal, que al parecer se vio involucrado en una riña en un local de ocio después de su turno de trabajo.
Las dos últimas muertes fueron consecuencia de sendos ataques en una zona urbana, uno con arma de fuego y el otro con arma blanca.
Por su parte, en Chihuahua se registraron doce asesinatos por arma de fuego y en cuatro casos las víctimas aparecieron atadas de pies y manos, informó el diario El Universal.
En lo que va de año, según reveló hoy el rotativo, se han producido en México 1.628 asesinatos relacionados con el crimen organizado.
En 2007 la cifra de muertos por esta causa fue de aproximadamente 2.700.
La violencia se ha cebado en los últimos meses con el tercio norte del país, donde la contienda interna de los carteles de la droga ha disparado los asesinatos.
Algunos de los cadáveres que ha dejado la lucha entre señores de la droga fueron hallados decapitados o con 'narcomensajes' entre capos, de acuerdo con informaciones oficiales.
Las cabezas fueron halladas en varios casos en circunstancias macabras, como en el interior de pequeñas neveras portátiles, arrojadas frente a un edificio de la autoridad.
Los carteles más activos en la zona norte del país son los de Sinaloa, Tijuana, Juárez y el Golfo.
El Ejército y la Policía Federal se encuentran desplegados en varios estados de la República para contrarrestar la ola criminal, como parte de la política de seguridad del presidente Felipe Calderón.
La presencia militar se ha reforzado en las últimas semanas en los estados de Sinaloa, cuna del narcotráfico mexicano, y Chihuahua, base del cartel de Juárez.
Los Gobiernos de México y EE.UU. evalúan actualmente un plan de colaboración contra el narcotráfico, la Iniciativa Mérida, que prevé ayuda del Ejecutivo estadounidense por valor de 350 millones de dólares (225 de euros) durante tres años.
