Las autoridades de Kazajistán dieron ayer por muertos a los 23 trabajadores desaparecidos a consecuencia de la explosión de metano ocurrida el viernes en una mina de carbón propiedad del gigante siderúrgico Arcelor Mittal.
"La operación de salvamento ha sido suspendida. Ya no hay posibilidades de rescatar a los mineros. La galería donde tuvo lugar la explosión está siendo anegada", informó hoy Boris Bozhko, ministro de Situaciones de Emergencia de Kazajistán, citado por la agencia Interfax.
De esta forma, ascienden a 30 los mineros muertos debido a la explosión de gas en la mina "Abaiskaya", que se encuentra en la región central de Karaganda, la tradicional cuenca hullera kazaja.
La explosión ocurrió en torno a las nueve de la mañana hora local del día 11, a una profundidad de 500 metros, cuando en el interior de la explotación hullera se encontraban 191 trabajadores.
Entre los 161 rescatados, catorce fueron hospitalizados, de los que siete se encuentran en cuidados intensivos.
Los equipos de rescate kazajos suspendieron el sábado la búsqueda de los desaparecidos debido a la alta concentración de gas en las galerías.
Las autoridades de ese país centroasiático han incoado un expediente penal contra la dirección de la mina por no respetar las reglas de seguridad laboral.
En las inmediaciones de la mina se construirá una pequeña mezquita y un panteón fúnebre en tributo a las víctimas.
La mina de carbón es propiedad de la siderúrgica Arcelor-Mittal Termitau, filial de Mittal Steel, la mayor productora mundial de acero.
El presidente de la compañía anglo-india, Lakshmi Mittal, viajará el lunes a Kazajistán para conocer las causas del grave accidente a petición de las autoridades locales.
La compañía se ha comprometido a pagar a las familias de los mineros muertos el salario de cinco años, asumir el coste de los estudios de sus hijos y el tratamiento médico, además de otros subsidios.
En los últimos meses los mineros kazajos han protagonizado varias movilizaciones para protestas por las "penosas" condiciones laborales, la falta de seguridad en las minas, la antigüedad de la maquinaria y la obsolescencia de los equipos.
Los mineros comenzaron a movilizarse en septiembre de 2006 cuando 41 trabajadores murieron a consecuencia de una explosión de metano, seguida de un incendio, en la mina de carbón "Lenin", en la región de Karagandá, también en el centro del país.
Arcelor Mittal posee quince explotaciones mineras en Kazajistán.
