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Veladores en el punto de mira

Los hosteleros critican los continuas inspecciones de las terrazas y denuncian que a pesar de tanta vigilancia muchos establecimientos siguen abiertos sin licencia

el 11 ago 2013 / 22:58 h.

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En Santa María la Blanca han proliferado las mesas en la calle. J.M. Espino (Atese) En Santa María la Blanca han proliferado las mesas en la calle. J.M. Espino (Atese) La nueva ordenanza de veladores no ha gustado al gremio de los hosteleros por dos razones. Primero, porque los establecimientos han de cerrar como muy tarde a la 1.00 de la madrugada –antes era hasta las 2.00– siempre que no estén en una zona declarada saturada de ruidos. Y segundo, porque desde que entró en vigor la norma el pasado mes de may, los hombres de negro de la gerencia de Urbanismo están peinando continuamente las zonas de bares para pedir una y otra vez la documentación y comprobar que todo esté en regla y se ajuste a la ordenanza. Por estos motivos, los hosteleros están muy molestos y además critican que no se mide a todos los establecimientos con el mismo rasero. En la Puerta de la Carne, una zona con un gran número de veladores, resulta difícil entender cómo hay amplias zonas con terrazas que permiten el paso de los peatones y otras, en cambio, donde la convivencia en la acera entre la mesa y el peatón es claramente incompatible. Quien denuncia esta discriminación y estas continuas inspecciones es Antonio Salamanca, propietario del bar Mezquita. Según cuenta, desde el pasado mes de mayo los inspectores acuden día sí y día también para comprobar toda la documentación del bar. “En ocasiones han venido dos veces al día, piden absolutamente todo y se ponen a hacer fotos del local. Sólo quieren amargarnos. Entiendo que haya que cerrar a la una de la noche pero en verano se debería permitir un poco más. A la una de la madrugada están los veladores llenos de sevillanos, no de turistas –puntualiza– y hay que tener mano izquierda con los negocios”, denuncia el hostelero. Salamanca también lamenta que no se mida a todos por igual porque salta a la vista que no todos los locales de hostelería de la zona cumplen la normativa. En esta misma calle hay bares que no tienen licencia para veladores pero los tienen colocados en unas aceras además muy pequeñas. En ese sentido, Salamanca lanza una pregunta a los responsables municipales: “¿Si hacen tantas inspecciones por qué los bares que no tienen licencia para velador siguen abiertos sin problema alguno y quienes tenemos todo en regla sufrimos continuamente a los inspectores, hay hosteleros con más privilegios que el resto?”. Igualmente, el hostelero cuestiona que ahora mismo esté realizando obras en un nuevo local donde abrirá una cervecería y esté “gastando mucho dinero” en la insonorización y en cumplir con toda la normativa, mientras ve cómo a pocos metros de su negocio “hay bares que no deberían ni tener licencia de apertura y siguen funcionando sin problema alguno”. Otro de los empresarios que denuncia la discriminación de los inspectores es Juan Manuel Tarquini, propietario de la Vinería San Telmo hace ya una década. Al igual que su compañero, lamenta que no todos sean iguales ante la ley ya que su velador por norma ha de dejar un espacio para el paso de peatones pero “si paseas por la calle Mateos Gago se comprueba fácilmente que no se cumple la ordenanza porque el peatón y el velador no caben en la misma acera”. Y así, expone un claro ejemplo: “Los inspectores no nos dejan tener fuera del local la mesa de apoyo de los camareros que se usa para colocar los servicios, platos, cubiertos y demás. Pues bien, yo la quito pero veo como otros la siguen manteniendo. También veo cómo otros tienen toldos anclados al suelo que tampoco cumplen la norma”, critica Tarquini. La “habitual dejadez municipal” también es otro punto que no pasan por alto los hosteleros dado que aún no se sabe cómo se tendrán que delimitar las zonas de mesas exteriores. “Se habló de las tachuelas como también se habló de unificar todas las mesas y sillas de los veladores de la ciudad, pero bueno, ya sabemos lo que ocurre aquí con estas cosas. Lo importante es que nos dejen trabajar y la ley la cumplamos todos los empresarios igual sin privilegios para algunos”, concluye Tarquini.

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