Cultura

Velázquez deslumbra en Nueva York

El retrato descubierto en el Metropolitan ocupa las salas principales, como eje de una ambiciosa exposición sobre el genio sevillano.

el 17 nov 2009 / 22:06 h.

El ex presidente bético Hugo Galera.

El museo de Arte Metropolitano de Nueva York expone desde ayer Retrato de un hombre, una pintura recientemente atribuida por los expertos al maestro español Diego Velázquez y que forma parte de la muestra Velázquez redescubierto.

"Es de una presencia deslumbrante", subrayó el responsable del departamento de pintura europea del museo neoyorquino, Keith Christiansen, sobre esta pintura que desde ayer se exhibe junto a otros trabajos de Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (1599-1660) hasta el 7 de febrero de 2010.

Junto al misterioso Retrato de un hombre, el Metropolitan ha ubicado otros cuadros que pertenecen a sus fondos como los retratos del conde-duque de Olivares (1638), de la infanta María Teresa (1651) y de Juan de Pareja, además de la Cena en Emaús (1622-23). Incluye también un retrato de la infanta María Teresa, de Juan Bautista Martínez del Mazo (1612-1667), discípulo de Velázquez.

Christiansen explicó que al mirar al desconocido de esa pintura de Velázquez "uno se siente en contacto directo con el personaje. Lo imaginas, pero en vez de mirarte directamente, en una extraordinaria comunicación entre uno y la pintura, lo ves como situado tras un cristal tintado". "Y es entonces cuando uno imagina el efecto de la pintura tras el barniz. Algunos cuadros no mejoran después de limpiarlos, pero éste se ha transformado", señaló el experto del museo neoyorquino.

Christiansen y el director del departamento de conservación del museo, Michael Gallagher, calificó ayer de "fascinante" la historia de esta pintura que durante muchos años estuvo colgada en la institución y que pasó por diversos cambios en cuanto su atribución e identificación, hasta que en septiembre pasado los expertos confirmaron que era un Velázquez. El profesor Jonathan Brown, autor de la obra más autorizada en inglés sobre el pintor español, lo ha reconocido como tal.

Tras eliminar varias capas de barnices y de su restauración, apareció el autógrafo del maestro español, que en esa tela reflejó de manera informal a un caballero, de mirada intensa y con rasgos semejantes al que se cree un autorretrato que Velázquez incluyó en su famoso "Rendición de Breda", que está en el madrileño museo del Prado y fue pintado hacia 1634-35. Los expertos del museo neoyorquino señalaron a la prensa que el mismo rostro de mirada "orgullosa, casi arrogante (de La rendición de Breda), es el que nos mira aquí".

Retrato de un hombre llegó a la colección de la institución en 1949 como parte del legado del banquero estadounidense Jules Bache (1861-1944). Bache, que dirigió una de las más importantes firmas de correduría bursátil de EEUU antes de la Segunda Guerra Mundial, era también un filántropo y coleccionista de arte. De origen alemán, el banquero fue también uno de los grandes benefactores de la prestigiosa institución neoyorquina. Pero antes de pertenecer a Bache, ese Velázquez fue adquirido hacia 1811 por Johann Ludwig Reichsgraf von Wallmoden-Gimborn, hijo ilegítimo de Jorge II de Inglaterra y más tarde perteneció a la colección de Jorge V, rey de Hanover y duque de Brunswick-Lüneburg y de Cumberland.

En 1926 llegó a manos del banquero neoyorquino, que lo había adquirido al marchante Joseph Duveen. En esa época la pintura fue considerada como un autorretrato del mismo Velázquez, y como tal se clasificó cuando años después entró a los fondos del Metropolitan, pero en 1963 se describió como una pieza perteneciente a la escuela del maestro sevillano y en 1979 se le quitó definitivamente la asignación a Velázquez.

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