Julio Velázquez, durante una rueda de prensa. Foto: Manuel Gómez.
El entrenador del Betis, Julio Velázquez, se la juega, a priori, en el encuentro del próximo domingo en Butarque, aunque la incertidumbre es tal, en estos momentos, que en el club no saben qué camino seguir.
Alexis Trujillo, secretario técnico del conjunto verdiblanco, ya ha mostrado públicamente su apoyo al técnico vallisoletano, y su grupo de trabajo también atisbó mejoría en el equipo en el choque del pasado miércoles, haciendo ver que confían al máximo en Velázquez. Sin embargo, las versiones, hasta dentro del propio club, son contradictorias. De hecho, la entidad ya ha sondeado a varios entrenadores por si hay una catástrofe en el campo del Leganés, por lo que los nombres de Lucas Alcaraz, como adelantó El Decano Deportivo en su momento, o José Ramón Sandoval, según desveló ayer Radio Sevilla, están encima de la mesa. No obstante, en las entrañas de Heliópolis, sotto voce, hay quien desliza que incluso perdiendo, pero dando una buena imagen, el actual inquilino del banquillo bético aguantaría, una semana más, hasta el partido ante el Recreativo de Huelva.
La situación es tan complicada que un triunfo en el feudo del conjunto blanquiazul supondría un balón de oxígeno importante para unos dirigentes que de cara a la afición tienen el crédito agotado. Lo mismo le ocurre ya a la figura de Alexis, que ha quedado muy deteriorada por sus declaraciones del pasado jueves, en las que defendió a Velázquez con argumentos que todavía indignaron más a una parroquia que no dio crédito a las declaraciones del entrenador tras el choque de Copa.
La conexión entre el preparador vallisoletano y la parroquia verdiblanca es prácticamente nula, como lleva sucediendo desde que aterrizara en Heliópolis. Así, al todavía preparador del conjunto heliopolitano sólo le queda intentar darle la vuelta a una situación que se está volviendo insostenible, pues cada vez tiene menos argumentos con los que defender su trabajo.
Aun así, uno de sus principales defensores está siendo José Luis Molina, actual secretario técnico, que sigue confiando en Velázquez para comandar un proyecto que por ahora no tiene muy buena pinta.
