"Vendo mi riñón para pagar la matrícula", podía leerse en la pancarta que una estudiante mostraba en la concentración que ayer a mediodía congregó a varios miles de alumnos y profesores en la Plaza Nueva y que, desbordadas las previsiones de asistencia, acabó desplazándose hasta las setas. Los estudiantes extracomunitarios tenían una amplia representación, que se traducía en muchos carteles en los que se quejaban de que, tras retirarles la subvención, sus matrículas podrían costar hasta 6.000 euros, lo que en la mayor parte de los casos significará expulsarlos de la universidad. "Busco una salida profesional subvencionada: cura o presidente de Bankia", remachaba otra pancarta.
Los manifestantes, la gran mayoría estudiantes, protestaban contra unos recortes ordenados por el Gobierno qeu contrastan con las inyecciones de capital a los bancos, por lo que las entidades de crédidto situadas durante el recorrido se han llevado sonoras pitadas.
La protesta había estado precedida de un paro de diez minutos en todos los centros andaluces, cuyo seguimiento ha sido mayoritario, según los sindicatos, y continuará esta tarde con una concentración de profesores en la Puerta de Jerez a las 19 horas. Los que esta mañana estaban en la protesta han destacado que los avances por los que se ha luchado durante los últimos años, como aumentar la calidad de la enseñanza, reducir la ratio o dotar al profesorado de incentivos (económicos o no) para potenciar su trabajo están ahora en serio peligro.
El acto central de Andalucía ha tenido lugar en Sevilla, donde la Policía Nacional ha cifrado en más de 300 los participantes, aunque los asistentes superaban con creces esa cifra.
