Cultura

Venecia recibe entre aplausos y sonrisas el filme español 'Gordos'

El público de La Mostra acogió con risas y un fuerte aplauso final la proyección de Gordos, la segunda y esperada película de Daniel Sánchez Arévalo, que se presentó ayer en una sección paralela, es decir, fuera de competición.

el 16 sep 2009 / 08:16 h.

El público de La Mostra acogió con risas y un fuerte aplauso final la proyección de Gordos, la segunda y esperada película de Daniel Sánchez Arévalo, que se presentó ayer en una sección paralela, es decir, fuera de competición.

Los espectadores reaccionaron a las bromas y la ironía del filme y al finalizar la proyección ofreció un fuerte aplauso, que dirigió al equipo de la película, presente en la sala.

Con el público girado, formando un círculo en torno al equipo, Sánchez Arévalo, Antonio de la Torre, Roberto Enríquez y Pilar Castro se mostraron encantados.

El filme cuenta la historia de un grupo de personas con problemas de obesidad que se ponen en manos de un terapeuta especializado en este problema (Roberto Enríquez) en un proceso que les hará enfrentarse con su gordura pero, sobre todo, con los problemas que les han llevado al punto de sus vidas en que se encuentran.

Porque cada uno de los gordos de la película tiene una historia detrás, a cada cual más extrema, y cuentan con unas personas en sus vidas que no son precisamente una ayuda frente a los complejos, dudas o problemas que atraviesan.

Antonio de la Torre es el modelo del homosexual deprimido porque la gordura le impide seguir con su carrera, a la vez que mantiene una compleja relación con la mujer de su socio, a la que da vida Pilar Castro.

Otra pareja es la formada por Raúl Arévalo y la debutante Leticia Herrero, unos novios de extrema religiosidad a los que sus propios tabúes les impiden consumar su relación.

Teté Delgado y Fernando Albizu encarnan a un matrimonio de gordos aparentemente felices y María Morales trata de escapar de la felicidad perfecta. Ni siquiera el terapeuta se libra de enfrentarse a sus demonios internos, personalizados en el hecho de que su mujer (Verónica Sánchez) engorde necesariamente en el proceso de su embarazo.

Protagonizada -aunque es coral- por Antonio de la Torre, la historia se mueve en un terreno pantanoso y que roza en muchas ocasiones el límite de lo creíble, no tanto por lo absurdo/surrealista de algunas de sus historias, sino por la dificultad que supone no caer en lo grotesco ni en la crítica o la diversión fácil en una sociedad como la actual en la que los cánones de belleza están muy establecidos.

Antonio de la Torre hace un gran esfuerzo de caracterización, al igual que el resto del elenco. Sin embargo, al conjunto final de la película le falta una cierta unidad que permita ver la historia como un solo proyecto y no como una suma de pequeños cuentos.

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