Son cristianos, pero no católicos. Su capilla no tiene imágenes, aunque cada domingo celebran la Santa Cena. Los mormones son una congregación religiosa, con origen en los Estados Unidos, que cuenta con 4.000 fieles en la provincia de Sevilla, de los que medio millar residen en la capital. Dado el elevado número de miembros, en 2006 comenzaron la construcción de un centro en el Polígono Norte, junto a la rotonda de San Lázaro, abierto desde septiembre.
Para dar a conocer la llamada Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, los mormones celebran desde ayer y hasta el próximo sábado unas jornadas de puertas abiertas para los ciudadanos que quieran ver sus instalaciones y averiguar, además, en qué consiste dicha comunidad, es decir, para saber cuál es su doctrina.
Este centro, que en apariencia externa se asemeja a una iglesia católica moderna, tiene 3.371 metros cuadrados construidos, con tres plantas y un parking subterráneo para más de 30 coches. En la planta baja se encuentra la capilla, donde los mormones celebran las reuniones sacramentales (similares a las misas católicas). Esta sala, que no cuenta con ningún tipo de imágenes que aludan a Jesucristo, puede ampliarse (mediante la apertura de paredes correderas) alcanzando un aforo máximo de 450 personas.
Además, el edificio cuenta con 14 aulas para diferentes grupos, una cocina, una biblioteca, varios cuartos de baño, un guardarropa, diferentes despachos y una habitación para la investigación genealógica, además de un salón multiusos para actividades culturales y deportivas.
Para mantenerse y construir estos edificios, los fieles siguen la ley del diezmo, por la que aportan un 10% de sus ingresos. “Tenemos que devolver de alguna manera lo que se nos da”, manifiesta una de ellas.
Cada domingo, los mormones celebran su reunión sacramental. En este acto, además de recibir la comunión, se “asignan” discursos donde todos los miembros participan. Antes de esta eucaristía, la comunidad se divide en distintas aulas. Así, niños, jóvenes y adultos se separan para realizar actividades adaptadas a sus necesidades. “Los niños pintan dibujos de Jesucristo y nosotros hablamos de temas como el bautismo”, cuenta María Romano.
En las aulas, los adultos también se dividen según sean hombres, para aprender el sacerdocio, o mujeres para debatir de otros temas en sus “sociedades de socorro”. “Mujeres y hombres somos distintos, pero no por machismo. Todos estamos a la misma altura”, reconoce María.
Aunque las mujeres no pueden ser obispos, sacerdotes o presidentes de Estaca (similar a las diócesis católicas), los mormones no lo achacan a una discriminación por sexos, ya que ocupar un alto rango no significa tener privilegios, sino “servir a los demás”, aclaran.
La principal diferencia de esta comunidad con la religión católica es que los mormones no creen en el culto a imágenes. ¿Cómo viven la Semana Santa de Sevilla? “Con respeto”. Según los mormones, su doctrina les enseña a convivir con otras creencias, por lo que aseguran que no hay ningún tipo de enfrentamiento en este sentido, y lo ven como un acto cultural más.
Los encargados de difundir estos mensajes son los elder o misioneros. Se trata de esos chicos rubios de ojos azules que van por la calle vestidos de chaqueta. Su misión dura dos años y son los encargados de divulgar las creencias mormónicas.
Al margen de esta “misión”, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días recibe, desde ayer, a los visitantes que asisten a sus jornadas de puertas abiertas. En esta actividad se proyecta un vídeo introductorio y se visitan las instalaciones.
El próximo sábado se celebrará el acto de clausura, al que asistirán distintas autoridades de esta Iglesia para contar su experiencia. Entre ellas, acudirá una de las primeras mormonas sevillanas, que recibió su bautismo en 1970.
