Cultura

Verano peligroso para los toreros

El verano peligroso ha vuelto a golpear con dureza a los hombres de luces en una dura campaña de transición y azotada por la crisis que se está viviendo como un relevo generacional que estimula la competencia.

el 16 sep 2009 / 08:08 h.

El verano peligroso ha vuelto a golpear con dureza a los hombres de luces en una dura campaña de transición y azotada por la crisis que se está viviendo como un relevo generacional que estimula la competencia.

Dentro del estrato más veterano del escalafón, el torero más castigado de la campaña ha sido el madrileño José Pedro Prados El Fundi. Después de pasar un calvario para superar una fractura de cráneo que se produjo en un accidente ecuestre ha sido herido en las plazas hasta dos veces consecutivas. La última de ellas en San Sebastián, sufriendo una fractura del hueso del oído y una alarmante otorragia que afortunadamente no fue a mayores a pesar de la aparatosidad de las imágenes que mostraron los telediarios. El diestro, cada vez más recuperado, baraja volver a la actividad el próximo día 12 en la localidad madrileña de Pozuelo.

Morante de la Puebla tampoco se ha librado de caer dos veces muy próximas en el tiempo. El 7 de agosto sufría fuertes destrozos musculares en la plaza del Puerto de los que se recuperó en un tiempo récord pulverizando las previsiones médicas. Reaparecido triunfalmente en Málaga, un toro le volvía a calar en San Sebastián de los Reyes en una corva aunque todo indica que estará perfectamente recuperado para su próximo compromiso profesional en la feria de Valladolid, el próximo día 12.

Uno de los heridos más recientes ha sido el matador de toros de Linares Curro Díaz, que caía en la feria de su pueblo después de cuajar una gran faena que le ha servido para ganar el preciado trofeo Manolete. La intención del diestro de Linares es reaparecer hoy mismo en Jódar.

Por su parte, el diestro colombiano Luis Bolívar, herido grave en una pantorrilla en la feria de Málaga, ya se ha probado en el campo y ha decidido volver a torear en la feria de Mérida. Sergio Aguilar, una de las revelaciones de la campaña, también fue corneado en Colmenar Viejo cuando se disponía a descabellar. El joven diestro fue alcanzado en una pierna pero podría probarse hoy mismo en la ganadería de El Pilar para comprobar su estado de forma de cara a su reaparición el próximo domingo en Sotillo de la Adrada.

Pero el peligro también acecha en los festejos menores, en cualquier rincón de la piel de toro. Uno de los heridos más graves de la campaña era el novillero mexicano Arturo Saldívar, que ya ha recibido el alta después de permanecer ocho días ingresado en un centro hospitalario de Toledo. Saldívar resultó cogido el domingo 23 de agosto en la localidad toledana de Santa Cruz del Retamar sufriendo una brutal cornada que le afectó al paquete vascular y que le produjo una tremenda hemorragia. Aún le queda una larga y dura rehabilitación.

Ese mismo día, a muchos kilómetros de allí, caía el novillero Patrick Oliver en el ruedo francés de Saint Sever. Un novillo le atravesó la traquea y el joven torero tuvo que ser trasladado en helicóptero a Bayona para poder salvar su vida. Oliver sigue ingresado y se recupera lenta pero satisfactoriamente, pensando en volver a torear.

Pero aquella jornada fatídica del 23 de agosto dio para más. Un novillo de Miura que había saltado dos veces al callejón de la placita portátil de Carcassone destripó y partió el pulmón a un alguacilillo que permanece en estado crítico y coma inducido.

Y es que el peligro acecha hasta detrás de la barrera y en tantos y tantos encierros y fiestas populares que arrojan un escalofriante parte de guerra cada jornada del verano, tanto en los tendidos como en los encierros.

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