Son los vestidos de volantes y las flores en el pelo los que anticipan que, a la vuelta de la esquina, se encuentra una nueva campaña bajo la sombra del olivo. Una tradición transmitida de generación en generación entre personas que se curten con un macaco en las manos.
El verdeo es uno de los factores económicos más importantes de la provincia de Sevilla. Sin embargo, en Arahal, principal productor de la aceituna de mesa, más allá de piedra angular de la economía, el verdeo es un modo de vida que forja cada rincón de la personalidad de los vecinos.
Es a las luces del alba cuando comienza un trabajo frenético donde ni una sola calle queda libre del paso de los tractores rumbo al tajo. Comienza la jornada también para Antonio Rodríguez en su explotación de unas 20 hectáreas de olivos. Desde finales del pasado mes de agosto, al igual que todos los agricultores, comenzó a preparar la campaña arreglando el tractor, forrando los remolques, repasando los bancos, poniendo a punto las espuertas y buscando la cuadrilla. Con todo preparado y el fruto maduro, como si de un rito se tratara, comienza la recolección “verdeando olivo a olivo mimando el fruto uno a uno”, explica mientras repasa los árboles casi centenarios de su parcela.
Este año, la recolección comenzó más tarde debido a las altas temperaturas de agosto. Pese a que la aceituna parecía que iba a estar madura para los primeros días de septiembre, “las temperaturas han obligado a retrasar la campaña hasta el 15 de septiembre”, cuenta. Su cuadrilla, compuesta por una decena de personas, entre familiares y amigos, ya está recogiendo los casi 4.000 kilos por hectáreas que espera recolectar esta campaña.
La cosecha de este año ofrece datos encontrados. Por un lado, se presenta una producción media baja aunque con una buena calidad. Entre las estimaciones de COAG, en Sevilla se esperan producir unas 150.000 toneladas en cerca de 85.000 hectáreas (el 75% del total de Andalucía) en las variedades de manzanilla y gordal. Dentro de la provincia de Sevilla es la Campiña, con unas 70.000 toneladas, la que ofrece la mayor producción del fruto. En Arahal, las estimaciones prevén que este año se puedan recoger en torno a 30.000.
Sin embargo, a pesar de ser una campaña no tan buena como en años anteriores, la tranquilidad corre por los campos debido al precio de la aceituna. La falta de stock en las almazaras, debido a la recomendación del año pasado de desviar la variedad de manzanilla a molino por no tener un precio adecuado, motivo que este año se eleve el valor en origen de la aceituna.
De todas maneras, pese a estas buenas previsiones, algunos empresarios no dudan en calificar a la aceituna de mesa como un sector constantemente en crisis debido al poco cambio generacional. Según este productor, los hijos de los agricultores “no están entrando en esta profesión porque la baja rentabilidad no los motiva a ello”. De hecho, él es joven dentro del sector, y eso que cuenta ya con 53 años.
Éste no es el caso de Concha Caballero y su marido, quienes tienen la ayuda de su hijo para las labores agrícolas en una explotación de 400 hectáreas, a lo que hay que añadir la entamadora PAT El Macaco. En esta empresa familiar, el relevo generacional está garantizado con el hijo, que es el encargado de entamar 1.000 toneladas de aceituna de su propia cosecha, además de lo que compran a otros empresarios. Ofrecen trabajo a unos 120 empleados durante unos 50 días. Les llega la aceituna directamente del campo y es en su entamadora cuando comienza el tratamiento para quitarle el amargor. En este proceso se tarda apenas unas horas porque “mientras más se espere, los arañazos o pequeños golpes ennegrecen a la aceituna, así que cuanto menos tiempo más menores también serán las posibilidades de que cambie de color”. Tras esta transformación, su empresa vende a las envasadoras que son las que se encargarán de suministrar el producto a las grandes superficies.
Con aliño, en salmuera, rellenas de anchoas o como condimentos para pizzas, las aceitunas son un alimento de primera calidad que cada día ofrece más recetas deliciosas. El municipio de Arahal da el pistoletazo de salida en esta campaña, pero en las próximas semanas se irán uniendo los diferentes pueblos de la comarca de la Sierra Sur, la otra gran productora de la provincia. El reloj de la aceituna indica el inicio del verdeo.
