"Cuesta mucho más producir la aceituna que lo que me pagan por ella, así que he optado por no verdear este año". Como Francisco González, cientos de agricultores del sector de la aceituna de mesa se plantaron ayer ante las puertas de la sede del Gobierno andaluz para exigir medidas que hagan viable el cultivo.
Muchas banderas verdes de Asaja, tambores, aceituneros con sombrero para paliar el calor y hasta un olivo subido en una cuba que finalmente se quedó en el camión por orden policial fueron algunas de las estampas que pudieron observar los transeúntes que ayer rondaban el entorno de la Casa Rosa. "El cultivo peligra y la Administración no hace nada", "así no se puede seguir" o "¿dé donde vamos a sacar el dinero para pagar los jornales?" fueron algunas de las frases más repetidas en los corrillos que formaban los patronos agrarios que ayer acudieron a la cita convocada por Asaja frente a la Casa Rosa.
Unos agricultores que se hicieron oír, y bien, y que no pararon hasta que la consejera del ramo, Clara Aguilera, optó por reunirse con ellos. Antes, intentaron llamar la atención del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, al que reclamaron su presencia con gritos y consignas y para lo que no dudaron en prender fuego a ramas y banderas para hacerse notar, así como tirar por el suelo varias decenas de kilos de aceituna, con el fin de escenificar la mala situación que atraviesa el sector.
Las cifras, como en toda manifestación que se precie, difieren. Según los organizadores, los asistentes rondaron los 3.000, mientras que fuentes de la Policía Local aseguraron que eran 500. Según la patronal, "las cooperativas han cerrado todas hoy (por ayer), y se han dejado de recoger seis millones de kilos de aceituna de mesa, pero el sector no puede más". Y es que agricultores y cooperativas estaban llamados también al paro general.
Las exigencias, las mismas que hace unas semanas, aunque con la urgencia de la recogida. "No hay liquidez y sin dinero no se pueden pagar los jornales. La Administración debe tener en cuenta que si se deja a su suerte al sector se está poniendo en riesgo una campaña que supone ocho millones y medio de jornales, de la cual depende una ingente cantidad de pueblos y de personas de la provincia Sevilla y del resto de Andalucía", señaló durante la concentración el presidente de Asaja-Sevilla, Ricardo Serra.
Algo que corroboraron los agricultores allí presentes, que centraron sus reproches contra la Administración andaluza. Pancartas con lemas como El verdeo apesta y Griñán ni se molesta dejaban a las claras que el sector no se siente apoyado por la Junta. Sin embargo, la consejera de Agricultura y Pesca, Clara Aguilera, contestó ayer a Asaja que "tiene las puertas abiertas" para trabajar por la aceituna de mesa.
Así, afirmó que los convocantes de la protesta saben que "no son verdad" las críticas sobre la pasividad de la Junta y recordó que "el 1 de septiembre se empezó a trabajar con Asaja para afrontar el problema estructural, que no coyuntural, de la aceituna de mesa". "La Consejería sigue estando con las puertas abiertas porque no se puede arreglar un problema estructural de 30 años en tres días y esto Asaja lo sabe muy bien", subrayó la titular andaluza de Agricultura.
Asaja reconoció que Aguilera les ha instado a una nueva reunión mañana, en la que estudiará sus propuestas. "Parece que después de la movilización nos ha tomado más en serio, aunque habrá que ver si es verdad que se toman las medidas necesarias, porque son urgentes", subrayaron las fuentes.
Y es que olivareros altivos no hay sólo en Jaén. En el campo sevillano, la aceituna de mesa es la joya de la corona. "El agricultor sigue cobrando por la cosecha lo mismo que hace 30 o 40 años y eso es lo que no puede ser.
El problema está en que el precio lo ponen otros en lugar de nosotros y eso es injusto", insistía Francisco González, olivarero de Mairena del Alcor. José Antonio Infantes, de Carmona, destacó que lo que necesita el sector son "préstamos sin intereses, para poder pagar a los jornaleros. Ya hacemos nosotros bastante sacrificio".
