Joan Verdú es una apuesta por el talento y la experiencia. En el barcelonés están depositadas buena parte de las esperanzas de los béticos, y del Betis, de cuajar una buena temporada. Él lo sabe y lo asume con naturalidad, aunque sin colocarse el cartel, porque estima que el conjunto de Pepe Mel tiene suficientes argumentos para no depender sólo de uno o de unos pocos jugadores, tanto que observa mimbres como para ir a muerte en las tres competiciones. Sí es verdad que en la Liga es donde hay que poner más atención, pero la competición europea ilusiona mucho a los aficionados y a nosotros los jugadores y no se puede ir a medias. Es verdad que jugar miércoles y domingo pasa factura pero para eso hay una plantilla amplia, decía ayer en Radio Sevilla desde la concentración de Montecastillo. Verdú, que el pasado 5 de mayo cumplía 30 años, dejaba claro que es un jugador distinto a Beñat, aunque está dispuesto a asumir el papel de mediocentro. Asegura que ya ha tenido alguna que otra conversación con Pepe Mel al respecto, aunque cree que lo fundamental es la idea general del juego, un estilo ofensivo que encaja en su perfil y en sus gustos futbolísticos. Para los que jugamos en la mediapunta y un equipo que se caracteriza por ser ofensivo nos da garantía para meter goles o para dar más pases de gol. La temporada pasada marqué 9 y si repito esa cifra estará bien. Vengo de jugar más en esa posición, pero si el entrenador me pide que lo haga más atrás, encantado. Ya veremos. Aunque admite que todavía no han realizado mucho trabajo estratégico, cuando estos primeros días de la pretemporada se han destinado fundamentalmente a la parcela física, sí desveló el esborzo de la idea que el entrenador les va transmitiendo en los partidillos. El míster nos insiste en que debemos tener el balón y cuando lo perdemos, recuperarlo rápido, colocando la línea alta. Esa es la idea. Cuanto más cerca de la portería contraria presionas y robas más posibilidades tiene un equipo de marcar goles, y de eso se trata, aunque habrá partidos en que será más difícil conseguirlo que en otros. En los primeros días de trabajo con su nuevo equipo, el cuarto en su carrera desde que se formara en las categorías inferiores del Barcelona, empieza a demostrar sus dotes como líder del grupo, tanto dentro como fuera. Me he encontrado un vestuario muy sano, y eso para los jugadores nuevos es importante para la adaptación. Ahora no se trata tanto de perfilar un sistema de juego como de que la concentración sirva para unirse como grupo de cara a la temporada. Verdú comparte habitación en la concentración en Montecastillo con Javi Chica, barcelonés como él y compañero también en el Espanyol durante dos temporadas. El defensa es el que le está ayudando en su adaptación al club y a la ciudad en estos primeros días en la capital hispalense. En la plantilla hay una buena mezcla de gente joven y de gente con experiencia, es un equipo que tiene velocidad en las bandas, jugadores técnicos para poder jugar bien el balón. Ahora debemos ir creciendo como grupo, que nos conozcamos más y así poder hacer algo importante esta temporada, apuntaba con optimismo Verdú, quien espera seguir esta temporada con esa trayectoria casi impoluta en lo que se refiere a lesiones importantes. Toco madera. Muscularmente tampoco me suelo romper. Supongo que tengo suerte y además creo que es una mezcla de todo, de cuidarse, de descansar bien, de alimentarse bien, de tener una vida familiar, todo ayuda, y ojalá siga así esta temporada.
