Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que hagas las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace menos tiempo de lo esperado.
Esto es solamente un fragmento del poema de Benedetti 'La gente que me gusta' con el que el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, ha querido despedir al que ha sido durante diez años su hombre de confianza, Emilio Carrillo, después de que éste hiciera ofial hoy su renuncia al acta de concejal.
Tras la renuncia de Emilio Carrillo, en el pleno se ha dado cuenta de la dimisión y renuncia a su acta de edil de Carrillo, que ocupará Cristina Galán como integrante de las listas del PSOE en los comicios de 2007, mientras que el ex vicealcalde, anterior concejal de Urbanismo y en la última etapa de Personal y Recursos Humanos se reincorporará el 1 de junio a su plaza de funcionario en la Diputación, como subdirector de área.
Con el poema del recientemente fallecido poeta uruguayo Mario Benedetti, Monteseirín ha mostrado su respeto y ha ensalzado las cualidades personales y la capacidad de trabajo de Carrillo.
Con anterioridad, el portavoz municipal del PP, Juan Ignacio Zoido, también ha elogiado la figura de Carrillo, al que ha agradecido "los servicios prestados a los sevillanos en sus diez años como concejal". Además, ha destacado "el trato respetuoso que ha mantenido siempre" con los ediles de todos los grupos y "la responsabilidad que ha tenido", y le ha deseado "los máximos éxitos" en los planos personal, familiar y profesional.
Emilio Carrillo, sustituido como concejal de Personal y Recursos Humanos por Alfonso Mir, de lo que también ha tomado conocimiento el pleno, alegó al dimitir que en su tarea sufría la "hostilidad" de concejales de su propio Grupo, aunque el Gobierno lo ha negado. El ya ex edil del PSOE formalizó a finales de abril su dimisión como concejal de dicho departamento y también la renuncia a su acta.
Carrillo ha sido en la última década el hombre de confianza de Monteseirín y antes dirigía la concejalía de Urbanismo, hasta que dimitió el pasado verano y fue relegado a la Delegación de Recursos Humanos, cuando se alineó con los oficialistas en el último congreso del PSOE y apoyó al secretario provincial, José Antonio Viera, en vez de al crítico Demetrio Pérez, que tenía el respaldo del alcalde.
Al tiempo que las discrepancias iban en aumento con los socialistas críticos del Ayuntamiento, Carrillo entró a formar parte de la Ejecutiva andaluza del PSOE como hombre próximo a Viera. Las tensiones en el Consistorio entre críticos y "vieristas" llegaron a tal punto que el entonces presidente de la Junta y secretario general del PSOE-A, Manuel Chaves, llegó a intervenir para auspiciar una paz entre ambas corrientes.
A continuación se muestra el poema íntegro de Mario Benedetti que Monteseirín ha relatado hoy en el pleno del Ayuntamiento para homenajear a Emilio Carrillo:
Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que hagas las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace menos tiempo de lo esperado.
Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones, la gente que no deja las soluciones al azar.
Me gusta la gente estricta con su gente y consigo misma, pero que no pierde de vista que somos humanos y nos podemos equivocar.
Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo entre amigos, produce mas que los caóticos esfuerzos individuales.
Me gusta la gente que sabe lo importante de la alegría. Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos serenos y razonables a las decisiones de un jefe.
Me gusta la gente de criterio, la que no traga entero, la que no se averguenza de reconocer que no sabe algo o que se equivoco.
Me gusta la gente que al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente.por no volver a cometerlos.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, a estos los llamo mis amigos.
Me gusta la gente fiel y persistente, que no fallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.
Me gusta la gente que trabaja por resultados. Con gente como esa, me comprometo a lo que sea, ya que con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido.
