Víctor Fernández, en la caseta de la Cadena SER.
La lesión de Sergio García, que dejará al Betis huérfano de su pichichi particular durante las cinco próximas jornadas, alteró el ánimo de Víctor Fernández de tal manera que el maño, sin conocer el diagnóstico preciso y con la sangre aún caliente por el impacto del varapalo, comentó que habría preferido perder ante el Celta que perder a su delantero titular. Las horas y la resonancia magnética disminuyeron la gravedad del suceso y el entrenador, que en Vigo creía que ya no volvería a contar con el goleador, vislumbra ahora el horizonte con un poco más de optimismo. También con crítica: tal como dijo ayer en la caseta de Radio Sevilla, el club debió prever que sufriría inconvenientes de este tipo y no lo hizo. Seguramente pensaba en el frustrado fichaje de Ewerthon. La consecuencia es que el Betis afrontará gran parte de la recta final con Jonathan Pereira de delantero centro y con el único 9 nato de la plantilla, Pavone, recién llegado de dos meses sin jugar y con múltiples problemas físicos a sus espaldas.El primer mensaje del técnico verdiblanco, de todos modos, fue tranquilizador. Evidentemente, estaría bueno que el máximo responsable de la plantilla transmitiese inseguridad, desconfianza y miedo. "La lesión de Sergio y la inactividad de Pavone te obligan a no equivocarte, pero confío en los jugadores, a pesar de que las circunstancias no son las mejores. Lo que veo en el grupo no invita a pensar que vamos a bajar los brazos. Igual ahora encuentras soluciones que de otra forma no buscarías", dijo Víctor, que además reveló una de las técnicas de motivación que empleará en este tramo, con cinco partidos en casa que en la primera vuelta equivalieron a cinco derrotas consecutivas como visitantes. La motivación pasa por ahí y por el hecho de que el Betis rara vez ha vencido a rivales directos: "Debe haber estímulo de superación porque el Betis no fue capaz de ganar a ninguno de los siete primeros en la primera vuelta. Eso debo utilizarlo, decirle al jugador: ‘amigo, es que no hemos ganado a nadie de los primeros'".
PAVONE, LISTO PARA SER CITADO. El paso de las horas también ha hecho ver a Víctor que la configuración de la plantilla no debe ser la más adecuada cuando una simple lesión casi deja al equipo sin delantero. "En un equipo como el Betis, al que se le exige ascender, hay que tener previsto todo desde el principio de temporada. Cualquier circunstancia así es un golpe", reconoció. Ahora le queda Pavone, pero el argentino de momento no está para muchos trotes, aunque el técnico ya adelantó que será convocado el viernes: "Va a llegar, pero no para los noventa minutos, eso está clarísimo. También hay que hablar con él para ver cuáles son sus sensaciones. Todavía quedan dos entrenamientos, aunque no serán tan exigentes como para medirlo", dijo.
El entrenador del Betis, para acabar, defendió a Emana desvelando que el 1-0 del Celta "no es culpa" suya. "Hubo otro futbolista que debía ocupar ese espacio. Yo también pensaba que la culpa era suya, pero después ves el vídeo y te das cuenta de que ahí debía haber otro jugador", relató. Víctor recordó que el camerunés, "un chico dócil y cariñoso", también "es distinto a los demás dentro del campo". "Por eso fue capaz de sacar esa jugada entre cinco rivales", sentenció.
