El abogado del ex técnico del Real Betis Víctor Fernández interpuso el pasado jueves una demanda en el CEMAC -Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación- contra la entidad heliopolitana, que, según sus alegaciones, no respetó un pre-contrato que firmaron el técnico aragonés y Manuel Ruiz de Lopera, entonces consejero delegado y máximo accionista, el 10 de julio.
La noticia, anticipada por El Correo en su edición del 16 de julio, origina un contratiempo para los servicios jurídicos del club de La Palmera, ahora sumidos en la resolución del caso Brugal, en el que se investiga una presunta compra de partidos por parte del Hércules.
El letrado del preparador aragonés, Julio Beltrán, revisó la documentación que intercambiaron durante la ronda de negociaciones Lopera y Víctor, a quien aconsejó demandar al Betis, no a sus propietarios -entonces el de El Fontanal o ahora Luis Oliver-.
La resolución del caso podría ser real en un acto de conciliación, un aspecto que estipula la legislación en materia laboral.
Si hubiese un acuerdo en primera instancia, el proceso no implicaría una denuncia ante los tribunales competentes en la jurisdicción.
Víctor, según ha podido saber El Correo, reclama una cantidad económica cercana a los 150.000 euros, pues sostiene que realizó los fichajes de Momo, Salva Sevilla y Jorge Molina junto a Manuel Momparlet, director deportivo en aquella etapa, y aceleró la marcha de Achille Emana y Sergio García, gestiones que engloban acuerdos concernientes al ejercicio 2010-11 y que suponen la validez del pre-contrato.
Firma
El preparador zaragozano alcanzó un acuerdo con Lopera el 9 de julio e instó al entonces máximo accionista a enviarle vía fax el contrato a Sanxenxo, donde, pese a gozar de su período vacacional, mantenía contacto con Momparlet para planificar la plantilla.
El empresario de la calle Jabugo cumplió con el acuerdo y trasladó el documento al ex del Zaragoza, que validó los papeles con su protocolaria firma.
Sin embargo, Lopera vendió su paquete accionarial unos días después a Oliver, quien propuso una oferta a la baja a Víctor Fernández, que de inmediato remitió al contrato a través del propio Beltrán, contrario al acuerdo.
