"He hecho números de campeón desde que llegué", comentó en el inicio de su alocución. El zaragozano señaló que "hemos hecho 41 puntos, 11 o 12 más que en la primera vuelta y eso no lo alcanzaría nadie en toda la temporada, pero no ha sido suficiente". "Los objetivos se consiguen durante 42 jornadas y no durante 21", recalcó.
Interrogado sobre cuál era su sensación, Víctor fue tajante. "En mi cabeza no pienso nada. Casi no puedo respirar. Durante una semana hemos vivido en la incertidumbre y al final no ha podido ser", lamentó.
Y es que, según dijo, "estaba convencido de que íbamos a ascender por la fe que tenía en estos futbolistas, pero no lo hemos conseguido porque los logros no se pueden conseguir cuando andas desde la mitad del camino". "He dirigido muchos partidos en Primera, por lo que esto para mí era un desafío tremendo", insistió.
"Quiero darle las gracias a la afición por su fidelidad", prosiguió. "Ahí está mi gran dolor. He hecho todo lo que he podido para subir con el Betis, pero tampoco se lo puedo reprochar a los jugadores. Los he apurado al máximo, tirando más de lo que uno puede tirar... Me duele por los 55.000 de hoy, los 7.000 de Salamanca, los 3.000 de Córdoba", enumeró. "Ha sido la forma más cruel de quedarse sin subir", espetó. "El año pasado se bajó por un gol y en este no se sube por un punto", dijo.
