Un día después del cierre de las asambleas, José Antonio Viera anunció que ya contaba con el 25% de los avales -el mínimo necesario para una candidatura-. Precipitó el proceso y obligó a los críticos a acelerar la recogida de apoyos. Ahora, a un mes del congreso, su objetivo es desactivar la alternativa y recabar más del 75% de los apoyos.
El secretario general, José Antonio Viera, continúa sumando apoyos. Los últimos, los de una veintena de delegados afines a José Caballos. Ha superado ya con creces la barrera del 25% de los avales exigida para presentarse al congreso, pero sigue buscando firmas que le permitan desactivar por completo la lista alternativa encabezada por Demetrio Pérez.
Para ello debe lograr el respaldo de más del 75% de los delegados, precisamente el porcentaje con el que la ejecutiva aseguraba contar tras el cierre de las asambleas de mayo. Viera apuesta por conseguir rebasar este límite y poder evitar una confrontación directa en el congreso en el que se divida el partido casi en dos mitades -el voto es secreto y los avales no son vinculantes-.
Los críticos, por su parte, han alcanzado prácticamente su límite de avales. Aseguran contar con 114, un 28%, procedente principalmente de la capital -donde esta corriente recabó el 62% de los apoyos-.
La ejecutiva no tiene constancia de estas firmas que no se presentarán hasta la celebración del congreso el 19 de julio -como mandan los estatutos socialistas-. Pero todos estos cálculos pueden variar si se producen duplicidades. Si un delegado ha apoyado antes a Viera y después a Demetrio Pérez o a la inversa, su aval queda automáticamente desactivado.
Esto no afectaría a la sector oficial, pero sí a los críticos, cuyas cuentas están mucho más ajustadas, sobre todo tras la decisión de José Caballos de posicionarse públicamente a favor de la reelección de Viera.
El secretario general confía en cerrar este proceso antes del congreso. Ayer, en una entrevista en Radio Sevilla, aseguró que esta semana podrá anunciar, su número de avales.
