La crisis del PSOE estalló ayer lunes en el Comité provincial. José Antonio Viera arremetió contra todos los que han pedido una renovación y anunció su candidatura en el próximo congreso, convocado el 19 de julio. El sector crítico escenificó su unión e instó al secretario general a abandonar su cargo.
Las dos corrientes socialistas pretendían convertir la sesión de ayer lunes en un golpe de efecto. Ambas tenían una estrategia definida que desembocó en un cruce de duras acusaciones entre un sector agrupado en torno a Alfredo Sánchez Monteseirín y sin un liderazgo claro, y otro encabezado por José Antonio Viera. Los críticos escenificaron la fractura desde el primer momento. Ni el alcalde, ni Alfonso Rodríguez Gómez de Celis -vicesecretario general- acudieron a la ejecutiva previa al comité. Cuando éste ya había comenzado, y la secretaria de Organización, Susana Díaz, había dado por constituida la mesa presidencial, irrumpieron en el abarrotado salón del hotel Al-Andalus. Conformaron una comitiva de medio centenar de personas, entre las que se encontraban Demetrio Pérez -quien se perfila como el rostro de la candidatura alternativa- y Evangelina Naranjo. Fueron recibidos con aplausos de una parte de los asistentes -desde la ejecutiva criticaron que muchos de ellos eran cargos municipales- y un rostro de serio reproche del resto.
Pero Viera tenía también su plan. En la ejecutiva a la que no asistió Monteseirín el secretario general modificó el orden del día del comité e introdujo un discurso político que no estaba previsto. Antes de pronunciarlo aseguraba que no era una respuesta contra el sector crítico. Pero sus declaraciones fueron todo un envite, con palabras y reproches muy agresivos. Empezó aludiendo al Gobierno andaluz -con Evangelina Naranjo delante, señaló a Concepción Gutiérrez como "la mejor consejera para Sevilla"-. A continuación enumeró a todos los que han salido en los últimos días a criticar su gestión. Se centró en Carmen Hermosín -según algunas fuentes comparó la edad y la experiencia de la diputada con la suya- y en Monteseirín: "El aval de una gestión son los resultados. Si se gana, se ha hecho un buen trabajo. Pero si se pierde hay que hacer autocrítica, sobre todo si hay que compartir el Gobierno con IU porque no se han ganado las elecciones". Tanto Viera como el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, criticaron que no haya un referente en la candidatura alternativa que se configura ahora e instaron a dirigentes como el alcalde de Sevilla a "dar la cara en el partido" y no ante los medios.
Tras estas palabras, de inesperada agresividad para varios miembros del sector crítico, llegó el turno de Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, quien abanderó la apuesta por desbancar a Viera. Reprochó al secretario general sus palabras y le acusó de haber estado detrás de muchas filtraciones en los últimos años. Tanto él como el secretario de la Agrupación Este, Francisco Fernández -quien recordó a Viera que él se presentó como número dos en la candidatura de las municipales y abandonó luego el Consistorio por motivos "aún desconocidos"- y la propia Evangelina Naranjo, subrayaron los términos expresados por Monteseirín hace una semana y reivindicaron la renovación. No habló Demetrio Pérez, quien parece reservarse en esta confrontación para evitar un desgaste que impida que pueda presentarse como alternativa de consenso.
El tramo final del comité, con una elevada tensión, se lo reservaron los dos dirigentes. Primero, Monteseirín quien se defendió afirmando que él había "dado la cara" y que había estado callado durante cuatro años. Reiteró su propuesta de renovación. Viera recogió el testigo y cerró el acto. Anunció su candidatura y lanzó un reto al alcalde: "Si tiene un proyecto y las ideas claras, que se presente y recorra los barrios y pueblos".
