El secretario general de los socialistas sevillanos, José Antonio Viera, denunció ayer una "cacería política" con acusaciones hacia su familia cuyo último episodio ha sido, según sus palabras, la "caza y captura por tierra, mar y aire" de su hija, Sonia Viera. El PP ha enviado al juzgado una relación de ayudas concedidas por la Consejería de Empleo, de la que Viera fue consejero de 2000 a 2004, procedentes del llamado "fondo de reptiles", un dinero bajo sospecha por haber servido para financiar las prejubilaciones irregulares que en la actualidad investiga la Justicia; entre estas ayudas figura una concedida a una empresa en la que trabajó su hija.
Viera realizó una encendida defensa de su "honestidad personal", que aseguró que es su "único patrimonio", antes de anunciar que facilitará amplios poderes notariales a los medios de comunicación que están publicando informaciones sobre él para que investiguen sus bienes, tanto las cuentas bancarias como los del Registro de la Propiedad, con la condición de que si tras 15 días "no encuentran nada" publiquen una rectificación.
"La única trama que hay aquí es la que urde el PP todos los días para desacreditar al secretario general del PSOE", afirmó, antes de explicar en detalle el proceso con el que se concedieron las ayudas.
Viera negó cualquier irregularidad en las ayudas a la empresa Sevilla Siglo XXI, en la que trabajó su hija, y precisó que hacía cuatro meses que ésta había abandonado la empresa cuando se concedieron los fondos; añadió que entonces no sabía que su hija trabajaba en esa empresa y que se enteró cuando la prensa lo publicó, ya que de haberlo conocido, "sin la menor duda" habría puesto objeciones para conceder el dinero. "La ayuda es absolutamente legal, pero yo me hubiera abstenido", sentenció.
En todo caso, insistió en que él no decidió sobre la concesión de los fondos, sólo facultó al director general del Instituto de Fomento de Andalucía (IFA) para hacerlo, porque su función como consejero era "la planificación política" y las decisiones concretas correspondían a directores generales o gerentes "con capacidad ejecutiva, y en ninguna se ha encontrado ninguna irregularidad a día de hoy". Insistió además en que "jamás", en sus cuatro años como consejero de Empleo, firmó "ningún documento que no estuviera avalado por los servicios jurídicos de la Junta. También negó haberse saltado nunca el "código ético" y negó con rotundidad haberse planteado dimitir a raíz de estas polémicas.
El secretario general de los socialistas dijo que se está haciendo "un daño personal muy grave en un momento personal muy complicado" a su hija, a la que definió como "una trabajadora que se busca la vida todos los días". Viera enumeró los distintos ataques que atribuyó al PP; como el uso de un local en Burguillos como sede socialista, que fue archivado por la Justicia; o las supuestas irregularidades cometidas por su cuñado "que se aclararon en 24 horas", que resumió en "intentos" del PP "de llevarse al secretario general por delante". "Y nunca he recibido disculpas del PP cuando se ha visto que se han equivocado", reprochó.
Aunque dijo entender "que el papel de la oposición es desgastar al Gobierno", Viera exigió "ética política" para no "proyectar una imagen de una persona corrupta" sin pruebas. "No tengo nada que ocultar", insistió, antes de arremeter con ironía contra el PP: "Entiendo que le duela no haber ganado nunca unas elecciones en la provincia de Sevilla".
