La crisis aprieta pero no ahoga a los pueblos de la provincia. El presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, dio ayer un tirón de orejas a los nuevos alcaldes, que en su primer mes de mandato han aireado la ruina de sus ayuntamientos y hasta han planteado la posibilidad de impagos de las nóminas o recortar la plantilla, algo no planteado por la corporación provincial, contraria a las políticas de despidos.
Villalobos confesó ayer, en una entrevista en Radio Sevilla, que la situación económica de los consistorios "está un poco mejor que hace un año", aunque no sea para tirar cohetes. "La financiación de los ayuntamientos es compleja", argumentó el presidente de la Diputación de Sevilla para lanzar la primera puya a los que se estrenan en el cargo. "Los nuevos alcalde contemplan con cierta bisoñez lo que se encuentra en sus ayuntamientos y la verdad es que a veces salta el alarmismo, aunque entiendo que la situación no está exenta de complejidad", dijo.
Tras explicar que el problema radica en que los ayuntamientos tienen cada año más competencias y menos presupuestos, rogó que "no se haga política" con la crisis de las haciendas locales, ya que "puede repercutir negativamente en los propios ciudadanos". Villalobos defendió que se trata de "un problema de todos" y que "no se va a acabar de un plumazo", como ya conocen los alcaldes "que ya llevan años en el cargo".
El presidente de la Diputación sale al paso así del testimonio de un buen número de alcaldes que aseguran que su situación es "insostenible" y que se verán obligados a tomar "medidas drásticas", entre las que se ha citado en más de una ocasión la no prestación de servicios públicos, el impago de las nóminas o recortes en la plantilla municipal. Los Palacios y Villafranca, Benacazón, Carrión de los Céspedes, Burguillos, Palomares del Río, Morón de la Frontera, Écija o Mairena del Aljarafe, entre otros, son los que tienen a alcaldes que han insistió mucho de que las cuentas están al límite. Todos ellos coinciden en que han llegado al poder tras las elecciones del 22 de mayo y en la mayoría de casos se ha culpado a la gestión del gobierno anterior.
Pese a pedir que no se caiga en el alarmismo, Villalobos es consciente de la fragilidad de las arcas municipales, por lo que "el resto de administraciones deben poner en marcha medidas que palien la situación de los ayuntamientos", aunque sean incluso con la puesta en marcha de medidas coyunturales si fueran necesarias. En esa línea, aclaró que el principal escollo está en el pago a la Seguridad Social, a los proveedores y de las nóminas. Para ello, la Diputación "pondrá su granito de arena", como en los últimos cuatro años, en los que ha invertido más de 120 millones en ayudas.
Villalobos se mostró convencido de que, pese a la adversidad, estarán garantizados servicios públicos como la sanidad o la educación, cuyo mantenimiento asumen los Ayuntamiento aunque no sean una competencia municipal.
