Las relaciones comerciales de Occidente con Oriente nunca fueron fáciles. No obstante, el nuevo aperturismo económico del "león durmiente", como Napoleón llamó a China, está ocasionando que nuevos emprendedores como la empresa Guillem & Vicent de Mairena del Alcor haya conseguido abrirse paso en aquel inmenso mercado nada menos que con 216.000 litros de aceite sevillano y otros tantos de vino (de Bodegas El Progreso, de Villarrubia de los Ojos, en Ciudad Real). De igual modo exportaron cantidades nada despreciables de quesos manchegos, aceitunas de mesa, o derivados ibéricos del cerdo, entre otros delicatesesn de la mesa tradicional andaluza.
Todo en tan sólo un año de vida, y con unas posibilidades de relanzamiento confirmadas tras la visita que la inspectora comercial Jun Dehui, una supervisora de la cadena de distribución comercial privada Huang Ting, con una extensa red de centros de venta y restaurantes de nivel en el gran país asiático. Un viaje que tuvo como objetivo verificar los procesos de producción de los productos que importan. Así, explica que cada vez los acuerdos comerciales se firman con mayor facilidad porque los chinos adoran la gastronomía española y su cultura "por la que sienten fascinación", asegura. Una predisposición natural inexistente por ejemplo hacia la inglesa.
En sólo un año, esta empresa, que ya emplea a siete trabajadores, ha conseguido estar presente de forma estable en las ciudades de Shanghái y Guangzhou con sendas oficinas, al tiempo que entre otras estrategias han relanzado las etiquetas de sus representados en las ferias comerciales de dichas ciudades.
