La derrota ante el PAOK había caído muy mal a los dirigentes sevillistas. Remontar dos goles en la vuelta no era fácil. Las cañas se volvieron lanzas con el partidazo del Sánchez-Pizjuán y el 4-0 de la vuelta, en un espectacular partido, dio el pase al Sevilla.
Don Eugenio Montes Cabeza y don Manuel Rodríguez Sañudo, presidente y vicepresidente, nos habían explicado a los periodistas que a la vuelta de Salónica a Atenas iríamos a visitar la Acrópolis y admirar el inigualable Partenón. Llegamos muy temprano a la capital ateniense y, como el vuelo a Madrid era al mediodía, teníamos tiempo suficiente para la visita.
Los jugadores preferían irse al hotel y el presidente dio orden a Manolo Cardo para que todos fueran a la visita. Hubo gritos de "menos piedras y más comida", pero la personalidad de Montes Cabeza y Rodríguez Sañudo se impuso al deseo de los jugadores.