En el muelle de las Delicias y durante algunos días. No siempre se puede entrar en la réplica de una embarcación que dio la vuelta al mundo. La nao Victoria se exhibe en Sevilla para disfrute de mayores, y sobre todo, de niños. Lo que más sorprende de la misma es su eslora, su manga, y por qué no decirlo, su incomodidad para empresas como la que protagonizó Elcano. Dieciocho hombres, cinco andaluces, lograron salvar su vida tras haber protagonizado la mayor proeza de la navegación, dar la vuelta al mundo. Partieron cinco barcos, con doscientos cuarenta y cinco tripulantes, y sólo atracó en puerto la Victoria. Había que tener agallas para, sin GPS ni historias, hacer lo que hicieron. Y no lo digo por haber recorrido tantas millas náuticas, sino simplemente por embarcarse. Sabían que salían, pero no sabían si volvían. Por ello, recomiendo la visita a la embarcación, para tener una idea más aproximada de los riesgos de la misión.
